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Justicia desde la memoria de los vencidos

Justicia desde la memoria de los vencidos

'El tiempo, tribunal de la historia', Reyes Mate, Trotta, España, 2019.
Orlando Lima Rocha

Narrar la experiencia humana, propia o ajena, vivida a través del tiempo para no olvidarla es la tarea de una disciplina añeja como la historia. Las disputas por una memoria con fidelidad de lo acontecido signan los debates en torno a una verdad histórica, nunca alcanzada y casi siempre buscada. La rememoración se sirve de la revisión histórica para poder establecer un ejercicio crítico de una representación histórica que deja de lado las vivencias y demandas de aquellas personas que, víctimas de los vencedores, cuestionan la pretendida universalidad de una historia escrita sobre el sufrimiento de los silenciados y olvidados. De allí que rememorar sea un acto no sólo de crítica sino de justicia por una historia más verdadera.

Reyes Mate tiene clara esta dimensión y la hace patente en su más reciente obra. Su planteamiento se sintetiza en estas líneas: “Se trata de salvar al hombre del tiempo. No tiempo eternizado o instantaneizado (que es la negación del tiempo), sino del real que incluye finitud y novedad, esto es caducidad y futuro.” Se trata de filosofar sobre el cambio histórico suscitado vitalmente, allí donde la vida y la memoria de los vencidos en el devenir del tiempo puede ser clausurada por una historia que los margine, o abierta a una historia que reconozca su ausencia en la presencia del sufrimiento y demandas de dignidad humana no realizadas.

La visión judeocristiana del tiempo está en la palestra del planteamiento de Reyes Mate. Por medio de la interpretación que hicieran intelectuales como Walter Benjamin o Johann Metz, del tiempo como liberación de los vencidos (tiempo apocalíptico) frente a un tiempo de dominación de los vencedores (tiempo progresivo), Mate nos dice que preciso es considerar el sufrimiento de las víctimas del progreso y el orden establecidos desde el poder de dominación, ya que sólo desde el sufrimiento de tales vencidos de la historia es posible tornar la temporalidad progresiva en tiempo histórico abierto a la novedad, sustentado en un proyecto colectivo donde todos sean libres y autores de su propia historia y vida.

El filósofo español somete a revisión crítica a autores clásicos del tema, donde inclusive nombres como Marx o Sartre son puestos en cuestión al no considerar, en toda su obra o parte de ella, el sufrimiento humano como criterio de una historia más humana. La historia será así asidero de esperanza y liberación humana sólo a partir de la memoria.

En este punto, si bien las tensiones con una historia crítica no judeocristiana son patentes en este ensayo, es preciso dimensionar la posición crítica a una historia que acalla el sufrimiento y denota el festejo de los vencedores. Es desde este punto nodal que se abre el panorama a una diversidad de historias que busquen, desde el recuerdo de los vencidos y sus anhelos, confeccionar un proyecto donde la justicia sea horizonte de acción y condición de existencia y donde, junto al perdón, que lo es sólo de lo imperdonable, se construya una sociedad en convivencia plena por un recuerdo sin dolor y una vida más feliz. Como afirma Reyes Mate, la memoria tiene la tarea de mantener la vida aún después de la muerte, en lo que puede llegar a ser como anhelo de vida digna.

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