Cinexcusas

- Luis Tovar - Sunday, 12 Jan 2020 10:00 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp

Amor de cabaret…

 

Ocho décadas y un lustro hay entre 1931 y 2016; un extenso lapso en el cual, cinematográficamente hablando, hay en México una corriente temática que jamás ha visto interrumpido su caudal: fue en aquel primer año de la década de los años treinta del siglo pasado cuando Antonio Moreno filmó Santa, primera piedra de un edificio que creció enorme, se demostró sólido y se ha mantenido probadamente duradero; fue hace cuatro años cuando María José Cuevas concluyó su documental Bellas de noche, homónimo de la célebre cinta de ficción producida en 1975.

Esos años, 1931 y 2016, constituyen el arco temporal en el que el crítico e investigador cinematográfico Rafael Aviña enmarca su ensayo más reciente, titulado Cabaret. Rumberas y pecadoras en el cine mexicano… ayer y hoy. Publicado por la editorial Palabra de Clío –empresa que antes puso a circular otro ensayo cinematográfico, ¡No queremos olimpiadas, queremos revolución!, también de Aviña–, Cabaret es el recuento amplio y minucioso de una temática que ha nutrido al cine mexicano durante más de tres cuartas partes de su existencia.

 

…que no es sincero…

Aviña distribuyó el discurso en los siguientes capítulos: “Santa. El sonido y el sexo”, “Variantes de Santa y La mancha de sangre”, “El alemanismo, sexenio indispensable”, “Las diosas nocturnas. Cabaret y pecado, años cuarenta y cincuenta”, “Las rumberas”, “El caso de Tongolele”, “El bolero como comentario moral”, “Las encarnaciones del mal. Villanos y devoradoras”, “Barrios bajos y otras zonas de perdición”, “Golfas y otras bellas de noche en el paraíso”, y finalmente “El cabaret y el cine prostibulario moderno. De la década de los ochenta a la época actual”.

Como es evidente en los títulos citados, el necesario ordenamiento cronológico es enriquecido por una mirada transversal que le permite al autor entresacar, para destacar su relevancia, los tópicos, temas, tipologías e incluso personajes más representativos del cine pecador mexicano. El análisis no sólo cinematográfico, sino al mismo tiempo histórico y sociocultural que Aviña lleva a cabo, ofrece a los lectores una visión panorámica y bien documentada de una vertiente fílmica claramente crucial para el séptimo arte en nuestro país. Al mismo tiempo, y aún más importante, este Cabaret… arroja luces de gran utilidad para aprehender grandes porciones de la idiosincrasia nacional, de la que por supuesto el cine es un reflejo inmediato, bien sea que en esos ejercicios de ficción la realidad sea distorsionada, idealizada o sublimada.

 

Amor de cabaret, que se paga con dinero…

Sobre todo las viejas generaciones, pero lo mismo las intermedias –a las que pertenece este juntapalabras–, tuvieron contacto de primera mano o, mejor dicho, a primera vista, con el cine de rumberas y cabareteras, así como el de ficheras y el de albures, para mencionarlos con la nomenclatura genérica común. Dichas generaciones encontrarán en este volumen una visión comprehensiva de aquello que conocen de antemano, de manera tal que el ejercicio memorístico recibirá el beneficio del registro puntual y el ordenamiento.

Por su parte, por una u otra razón las generaciones más recientes se han mostrado interesadas en un cine nacional que para ellos luce antiquísimo y, pareciera que sólo por eso, digno de rendirle culto –el caso más claro es el cine de luchadores–, a pesar de que, más o menos desinformadas, dichas generaciones llegan a incurrir en una mitificación sin mayor sustento. A ellos les viene como anillo al dedo un libro como Cabaret…, gracias al cual contarán con información bien sustentada, así como un análisis agudo y al mismo tiempo cálido de los títulos, los creadores y los protagonistas clave de esta vertiente fílmica, sin la cual el cine mexicano definitivamente no sería el mismo.

 

 

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