Bemol sostenido

- Alonso Arreola / t: @LabAlonso / ig: @AlonsoArreolaEscribajista - Sunday, 31 May 2020 07:37 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp

Centésimo quincuagésimo día

 

Hoy es el centésimo quincuagésimo día del calendario gregoriano. Día  Mundial Sin Tabaco y, también –según el Evangelio de Lucas–, día de la visitación de la Virgen María a su pariente Isabel. Una embarazada de Jesús y la otra de Juan el Bautista, ello supuso el primer contacto entre ambas divinidades. Hoy, además, sucedieron otras cosas curiosas. Verbigracia: en 1611 Felipe III de España publica una ley para que los moros rezagados abandonen Granada; en 1889 se rompe la presa South Fork en Pensilvania, EU, y mueren más de dos mil personas; en 1906 estalla la huelga de Cananea, cuna de la Revolución Mexicana; en 1910 Sudáfrica se independiza del gobierno británico; en 1911 zarpa el Titanic… Con todo ello, empero, lo que hoy nos importa es recordar –por nacimiento u obra– a algunos músicos notables.

Buen ejemplo es el del italiano Ferruccio Busoni, quien un 31 de mayo de hace 119 años inauguró el Bechstein Hall de Londres frente a su piano. Hijo de músicos, se destacó desde muy joven. Sea como ejecutante, compositor o maestro, viajó y vivió en muy distintas latitudes. De la Unión Soviética a Estados Unidos pasando por Basilea y Alemania, murió joven, aunque dejó una obra valiosa. Convivió con Franz Liszt, Johannes Brahms y Antón Rubinstein y fue profesor de genios como Kurt Weill y Edgar Varèse.

Escuchando sus 24 preludios. Opus 37 notamos ya un claro enrutamiento hacia el sonido contemporáneo. Es deslumbrante, creativo, virtuoso desde luego, pero igualmente conmovedor, maduro en la administración de recursos. Una tras otra, estas composiciones pasan del romántico desvelo a desplantes humorísticos o briosos desempeños de profunda seriedad. Portentosas conjeturas que nos dejan con las cejas levantadas. Estampas atemporales que en manos de Geoffrey Douglas Madge (con él se las recomendamos), y viendo pasar la partitura, causan regocijo extremo.

También hoy, pero en 1656, nació el compositor y violagambista francés Marin Marais. No hay mejor forma de escucharlo que a través de Jordi Savall, ese genio catalán que tanto ha dado a la investigación de repertorios medievales y renacentistas. Mejor aún, mire la película Todas las mañanas del mundo basada en la relación entre Marais y su maestro Monsieur de Sainte-Colombe. La banda sonora es del propio Marais interpretado, precisamente, por Savall. Responsable de la viola en la corte del rey Luis XIV de Francia, se le deben más de seiscientas piezas para este instrumento (solos, en duetos o tríos), las que fueron editadas en cinco libros muy celebrados.

Inclinado sobre todo a las suites que suponían uno de los entretenimientos favoritos de la realeza, Marais sentó las bases para la popularidad de la viola, la que luego se trasladaría al violonchelo. La diferencia entre ambos instrumentos, por cierto, es grande. La viola da gamba tiene un timbre más airado, menos potente, una desinencia más frágil; casi no sostiene las notas en su fraseo y se ve forzada a pequeños saltos que la instalan en un baile eterno, delicado, más aún si se ve acompañada por el clavecín.

Igualmente, hoy pero hace setenta y dos años, vio la luz el enorme John Bonham, baterista de la banda inglesa Led Zeppelin. Interesante como pocos, este artista dio origen a una perspectiva rítmica que aún sostiene al rock progresivo de nuestro presente. Basta escucharlo en temas como “Black Dog”, en donde mantiene su pulso mientras Jimi Page entrecorta melodías en compases compuestos; o como “Moby Dick”, en donde despliega poderosos y creativos “destartalamientos” que lo llevan a un mítico solo del rock.

Finalmente y como colofón, el 31 de mayo pero de 1969, John Lennon y Yoko Ono grabaron el tema “Give Peace a Chance” en el cuarto de un hotel de Toronto, Canadá, en medio de sus “Jornadas en la cama” contra la guerra de Vietnam. ¿A usted le significa algo especial este día, lectora, lector? En fin. Le deseamos salud y bienestar. Llevábamos mucho tiempo escribiendo sobre defunciones y encierro y queríamos hablar de alumbramientos luminosos. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

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