Hacia una conciencia del instante / Entrevista con Bárbara Jacobs

- Alejandro García Abreu - Sunday, 21 Jun 2020 07:50 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Bárbara Jacobs (Ciudad de México, 1947) publicó recientemente 'Rumbo al exilio final' en Ediciones Era. En una entrevista sostenida en el café El Olvidado en febrero de 2020, la escritora y colaboradora de 'La Jornada' conversó sobre estados emocionales profundos y determinantes, el significado de la obra de Cervantes y el binomio leer-escribir, que unifica su identidad.

 

Bárbara Jacobs (Ciudad de México, 1947) –autora de Las hojas muertas, Lunas y La dueña del Hotel Poe, entre muchos otros libros– realiza un escrutinio de su existencia en Rumbo al exilio final (Ediciones Era, 2019). En el hermoso y melancólico “Preludio” de su más reciente libro se lee:

En forma de diario, de cuento, de novela, de ensayo, de artículo, de carta, de entrevista, de comentario siempre, desde que cumplí doce años de edad, hoy hace cincuenta y nueve, he contado cómo empecé a leer, cuándo empecé a escribir, qué lecturas y qué personas y qué experiencias me guiaron en la aventura y en el camino, cuáles y quiénes me siguen guiando hasta el día de hoy, cuando me dispongo a contarlo todo otra vez, de otro modo, ya no con la visión de quien empieza a viajar, sino con la visión de quien terminó de viajar y ahora, como me sucede, miro hacia atrás, y lo hago no con el ánimo de quien da la bienvenida al mundo, sino con el ánimo de quien se despide de él, sonriente y con gratitud, pero cada vez más libre del presente, distante, ajena, cada vez más cansada, cada vez más deseosa de reclinarme en la almohada, cerrar los ojos, respirar profundo y entregarme a dormir, si no vacía de recuerdos que me arrullen como me arrullan, sí tan vacía de sueños que parecería que por fin he dejado de tener razones para querer volver a despertar.

Jacobs –que escribió el libro en veinte días– afirmó: “no es sólo saber que vas a morir, sino saber cómo despedirte. Es una conciencia del instante.” Ericka Montaño Garfias evocó a Alberto Ruy Sánchez en las páginas de La Jornada: “Jacobs escribe Rumbo al exilio final como una especie de mirada retrospectiva, aunque mira hacia atrás también mira hacia adelante.” El autor de Los sueños de la serpiente aseveró: “Rumbo al exilio final no es melodramático, y sí profundamente verdadero, habla de exiliarse de la vida.” El libro –una suerte de autobiografía intelectual– “es un agradecimiento a todos aquellos que intervinieron y me hacen sentir que soy escritora”, dice Jacobs.

–Cuando tenías veintiocho años publicaste el ensayo “El tapiz flamenco”, una reflexión genial sobre Cervantes y el Quijote. Cervantes te acompaña en otras partes de Rumbo al exilio final. ¿Qué significado le das a la obra de Cervantes hoy en día?

–Desde que lo leí por primera vez a mis veintitantos años, Cervantes ha sido de mis mejores compañías, no sólo como maestro y referencia constante, sino como amigo, supongo que debido a la familiaridad que da el paso del tiempo en una relación.

–Publicaste Las hojas muertas y tu padre la leyó: “es un singular homenaje precisamente a Papá.” Hacia el final de Rumbo al exilio final se lee: “Pocos meses después de la muerte de Mamá, la comunidad libanesa me concedió el Premio Biblos al Mérito 2013.” ¿Cómo distingues la orfandad vinculada a la literatura?

–Si hay un estado emocional profundo y determinante que yo, zarandeada entre tantos estados emocionales profundos y determinantes que han ido consumiendo mi vida, no haya padecido nunca, es el de la orfandad.

–En Rumbo al exilio final aseveras que La buena compañía es tu testamento literario. ¿Cómo percibes la relectura de las obras abordadas?

–La relectura de los libros que componen La buena compañía confirma que constituyen mi testamento literario.

–Colegiste, recurriendo a Leer, escribir, libro homónimo del pasaje: “leer, escribir podría bien ser mi epitafio.” ¿Cuándo descubriste que resultan la síntesis de tu “identidad unificada”?

–Por diferentes circunstancias y en diferentes sentidos siempre he vivido angustiosamente dividida. Cuando la angustia me asfixia, lo que me serena, lo que me unifica, es tener presente o hacer conciencia de que el binomio leer, escribir recorre subterránea y permanentemente la división de mi identidad y la unifica.

–“Me preparo a partir./ Me integro a la lluvia/ y camino sobre piedras.” Con este bello poema otorgas circularidad a Rumbo al exilio final. Te preparas a partir por un sinuoso camino de piedras, integrada a la lluvia.

–¿Tú no?

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