Biblioteca fantasma

- Eve Gil - Sunday, 14 Feb 2021 10:48 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Las doce verdades

 

Ryszard Kapuściński tenía toda la razón al señalar que, cuando la información se convirtió en negocio, la Verdad dejó de llevar mayúscula. Es un verdadero milagro que el mismísimo Kapuściński existiera ante tan incontrovertible hecho. El narrador y periodista sonorense Carlos René Padilla (Agua Prieta, 1977) lo parafrasea al afirmar que no son los periodistas sino los dueños de los periódicos quienes han devaluado el oficio; esa urgencia de cubrir planas, de ganar exclusivas cuando la competencia debería basarse en quién informa mejor, no antes. Las noticias empiezan siendo un rumor que a muy pocos les interesa profundizar. Tras leer Hércules en el desierto (Premio Libro Sonorense, Nitro Press, ISC, 2020) se queda uno con la sensación de que, sin importar el incierto destino del ejercicio periodístico, siempre habrá un santo, un héroe, un mártir para quien la Verdad y el Arte encuentran la simbiosis perfecta en dicha práctica. Aunque se reconoce más deudor de Hunter S. Thompson, para quien es totalmente lícito que el periodista sea protagonista de su propia historia, Padilla manifiesta un creciente interés por cuanto lo rodea. Su impulsivo, no reflexionado, cuestionamiento a un funcionario público que lo reta a hacerse pasar por oficial de la policía para comprobar si son los agentes los que piden “mordidas”, o son los ciudadanos quienes los sobornan, le brinda la idea para elaborar una serie de investigaciones que, grosso modo, emulan los doce trabajos imposibles encomendados a Hércules por Euristeo, que en realidad deseaba que el héroe muriera en el intento, temeroso de que le arrebatara su trono. En este caso es el propio reportero quien se impone sus misiones y cada una está relacionada con las emprendidas por la figura mitológica, lo que las hace más divertidas –para nosotros, obviamente, no para él–, y debe llevarlas a cabo sin descuidar su cuota diaria de notas y sin paga extra. Pocas veces ha estado mejor empleado el cliché de “por amor al arte”. Este Hércules no tiene ningún pecado importarte que expiar… acaso necesita probarse a sí mismo… reivindicar el oficio periodístico, al que con toda seguridad llegó con un montón de ilusiones que quedaron diluidas en café amargo y carnes sanguinolentas.

Hércules está resuelto a emplear todos los camuflajes y disfraces posibles para llevar a cabo sus propósitos. No es notoriedad lo que busca. Para los directivos del periódico sólo representa mano de obra barata. A lo más que puede aspirar es a una palmada en la espalda por parte de Lupito, su jefe cómplice. Advierto en sus acciones un grado de empatía que pudiera deberse a que también es novelista… pero más allá de eso: a quien conozca Hermosillo y sabe de primera mano que es un infiernillo en verano, no le cabrá en la cabeza que alguien realice un amplio recorrido a bordo de una silla de ruedas, con el único fin de escribir desde la perspectiva de los minusválidos que habitan una ciudad que los ignora de manera rampante… ¿A quién podría interesarle el modus vivendi de los basureros, al grado de convertirse en uno por un día? Las jornadas de estos empleados municipales comienzan de madrugada para, alrededor de las diez de la mañana, estar de vuelta en su casa y no vérselas con temperaturas extremas que alcanzan casi los 50 grados. Y descubre que incluso quienes realizan trabajos que otros encuentran despreciables tienen momentos de alegría y de solaz, hasta ángeles de la guarda. Descubrirá asimismo que la burocracia mexicana no tiene nada que envidiarle a la Hidra de Lerna, que tiene incluso muchas más cabezas. Pordiosero. Drag queen. Prostituto. Drogadicto en recuperación… ¿habrá algo que la infinita curiosidad de nuestro héroe no le permita ser? Por dramáticas que sean algunas situaciones, el extraordinario sentido del humor de Padilla mantendrá sonriente al lector. En su faceta literaria es un reconocido autor de novela negra, habiendo ganado el prestigiado premio Una vuelta de tuerca 2016, con la espléndida novela Yo soy el araña.

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