Bemol sostenido

- Alonso Arreola | t: @LabAlonso / ig: @AlonsoArreolaEscribajista - Sunday, 02 May 2021 01:55 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Ese madrileño… Tangana

 

Lo de Antón Álvarez Alfaro, mejor conocido como C. Tangana o el Pucho, es de atención inevitable. Casi no canta, es verdad y lo sabe. (Habla de eso en sus canciones.) Su vena urbana lo llevó a la cima en cinco años solamente, sí, pero su mente está hecha de muchas otras cosas que nos importan y que durante la cuarentena la hicieron bajar al sótano de su pasado inquieto. Fue por lo que vio allí que decidió detener los planes con su discográfica Sony, para dar un golpe de timón y cambiar de rumbo, momentáneamente al menos. El resultado es Madrileño, álbum de gente grande.

Lo escuchamos hablar y en cada entrevista nos gusta más el tipo. Es serio y ligero a la vez. Lúcido. En sus videos millonarios va de chulo y macho, pero incluso allí hay quiebres, timbres, decisiones que lo plantan distinto. Le importa lo que hace y hoy reflexiona con amistades de talento probado a quienes se acerca justo cuando la fama lo pone al centro del algoritmo. Sean Jorge Drexler o Andrés Calamaro; Eliades Ochoa o Antonio Carmona; Kiko Veneno o Niño de Elche; sean ellos u otros invitados a esta nueva etapa, lo innegable es que emprendió una aventura que por transparente y por atrevida tiene vendimia fuerte y respeto generalizado.

¿Se acuerda usted de Rosalía y del éxito “Malamente”? Hablamos del que abolía fronteras entre el flamenco y el trap. Pues Tangana es coautor. En aquellos días se hizo pareja de la cantante que iría abandonando su logro genético en pos de la comodidad mundial. Un camino en sentido contrario al de este filósofo por la Universidad Complutense de Madrid, quien decidió explorar un duende “viejo” que hoy no parece importar o interesar ni a los de su generación ni a los de las siguientes. ¿A qué nos referimos?

Lea de nuevo los nombres citados en nuestro párrafo dos. Más que ocurrencia, la de invitarlos a grabar cuando todo está alineado con los dioses del reguetón parece suicidio, mojar el cohete en ascenso. Eso pensaron incontables personas que fallaron en su pronóstico. El Uruguay cancionero, la Argentina rockera, la Cuba bolera, la México norteña, la España gitana, una mezcla panteísta en lengua, género, geografía y cronografía le dan la razón a Tangana. Además, este jugo de todo retoma –tal como sus letras– lo políticamente incorrecto: el cigarro, el alcohol, la cámara fija y los espacios/burbuja en donde envejecen quienes resistieron guerras, dictaduras y limitaciones; gente que edificó bandas sonoras importantes para lo que somos aunque ya no suenen.

En el mismo sentido van los videos producidos por Little Spain. Aplauso por sus logros, combinación de Wes Anderson y cine latinoamericano de autor que mantiene al rapero/trapero/reguetonero fuera de cámara o en segundo plano, dejando que vivan la letra y sus aromas. Ahora bien. Mencionamos a México pero no a los cómplices de Pucho en nuestra tierra. Dos fueron los elegidos. Ninguno llama nuestra atención en solitario, pero ambos gozan de éxito y escriben de manera particular. Sí: Tanagana identifica desenfados con que conectarse.

Hablamos de Ed Maverick, por un lado y de Carín León y Adriel Favela, por el otro. El primero es cantautor de guitarra de palo y los segundos norteños que dictan pauta. Las canciones con ambos llegan a la meta, sin embargo, la de León y Favela, hay que decirlo, es especialmente notable por la manipulación del ADN. Se llama “Cambia”. Su video es excepcional. En ella cuenta la magia del cómplice productor Alizzz.

Dicho todo esto, no se deje llevar por temas como “Mala mujer”, “Yelo” o “Llorando en la limo”, en donde Pucho aparece cínico, vestido con ropa, joyería y versos petulantes. Mejor empiece en la actualidad. Y ponga en duda lo que decimos. También. Pero busque el Tiny Desk Home Concert de Tangana y fórmese una opinión abierta. Verá en sus letras una guapería afilada y sin complejos que puede celebrar. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

 

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