Bemol sostenido

- Alonso Arreola | t: @LabAlonso / ig: @AlonsoArreolaEscribajista - Sunday, 01 Aug 2021 01:16 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
'Cruella', un soundtrack perfecto

 

Pusimos la película sin mayores expectativas, a decir verdad. Apenas comenzó, sin embargo, dejó en claro la intención definitoria de su música. ¿Quién dirige esto?, nos preguntamos enderezando la espalda y frunciendo el ceño. Craig Gillespie, fue la respuesta. El tono y sentido de su trabajo de inmediato nos hicieron pensar en Danny Boyle (Trainspotting) y Guy Ritchie (Snatch).

Sí. Era domingo y estrenábamos Disney+, plataforma a la que nos rehusamos por largo tiempo. Cruella fue el primer banner que apareció entre los anuncios. Nos atrajo. Emma Thompson ha hecho cosas que nos gustan y su tocaya Emma Stone nos cae bien, pensamos. Los cortos previos resultaban suficientemente entretenidos. Vamos pues, concluimos. Veamos qué hicieron con tan pintoresco personaje (¿recuerda a la Cruella de Vil de 101 dálmatas cierto, lectora, lector?).

Ambientada en el Londres de los años setenta, su estética visual resulta convincente y llamativa, pues el fashionismo es parte vital de la trama. Conceptos como el Mod y el Art Rock calientan la pantalla dejándonos impactados, ya lo decíamos, por la música en que se enreda su historia. Por un lado está la banda sonora compuesta ex profeso por el nominado Nicholas Britell, quien tuvo gran sensibilidad ante el libreto. Aparte está el temazo encargado a Florence and the Machine (“Call Me Cruella”), con el cual cierra el filme. Pero hay otra vía que se impone cual personaje toral. Nos referimos a un repertorio extraordinario insertado con altísima precisión.

La exageración de sus personajes, su caricaturización, justifica una estridencia cercana al cabaret y a los musicales del West End o Broadway, claro. Mas lo mejor de tal fórmula son los despliegues de un rock que en esa época llega a la cumbre, así como los primeros coqueteos con el punk. ¿Quiere nombres? Vale la pena sobrevolar la siguiente lista. Discúlpenos por adelantado. Sólo así entenderá nuestra sorpresa. Búsquela en plataformas.

Suenan The Doors (“Five to One”), Nina Simone (“Feeling Good”), Queen (“Stone Cold Crazy”) y Supertramp (“Bloody Well Right”), con visitaciones a Blondie (“One Way or Another”) y The Clash (“Should I Stay or Should I Go”), pasando por los Bee Gees (“Whisper Whisper”), The Animals (“Inside-Looking Out”), The Zombies (“Time of the Season”), Nancy Sinatra (“These Boots are Made for Walking”), Suzi Quatro (“The Wild One”), Deep Purple (“Hush”), David Bowie (“Boys Keep Swinging”) y Black Sabbath (“The Wizard”); así como otras tantas de Ohio Players, Electric Light Orchestra, Georgia Gibbs, Ken Dodd, John McCrea, Helen Reddy, Sandy Gaye, Joe Tex, Rose Royce, Tony Martin, Norrie Paramour and His Orchestra, Doris Day, Joe Dolan, Judy Garland, The j. Geils Band y Brigitte Fontaine.

Mención aparte –muy aparte– se merecen las versiones a Led Zeppelin y The Beatles hechas por Tina Turner y su otrora marido, el abusador Ike, precisamente en los años setenta. Dos obras maestras del arreglo que reviven la intuición de la prolífica pareja en algunos momentos de su triste complicidad. Hablamos de “Whole Lotta Love” y “Come Together”, himnos del rock británico llevados a la cúspide de lo cool; más lentos, más negros, más soul y menos psicodélicos, perfectos para el aura de la cinta.

Por cierto, muchos melómanos pensaron que esas versiones estaban allí porque conseguir los derechos de las originales resultaba demasiado caro para Disney, pero no es así. Prueba de ello son “She’s a Rainbow” y “Sympathy for the Devil” de los Rolling Stones, también incluidas en el soundtrack. Lo que pasó es que aquellas aproximaciones resultaban mucho mejores para la historia.

La selección de la música es adecuada sobre todo porque, además de un espíritu consonante, sus letras se integran estupendamente al guión. Algo a celebrarse cuando la mayoría busca formas y no fondos. En fin. Vea Cruella pero, sobre todo, escúchela por favor. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

 

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