Cinexcusas

- Luis Tovar | @luistovars - Sunday, 26 Jun 2022 11:39 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Narcodocumental

 

Por lo menos en el más reciente lustro, bien sea de manera frontal, colateral o tangencial, el universo narco ha sido tan penetrante como el salitre y la humedad, manchando con su huella indeleble prácticamente todo lo que toca, trátese de la vida cotidiana, el arte, la política o cualquier otro ámbito social. El aquí llamado “cine del narco”, cuya temática muy probablemente es la más socorrida de los últimos años en México, no sólo en el área fílmica sino en la audiovisual en su conjunto –quizá no por encima, pero sí a la par de la sempiterna comedia romántica, por ejemplo–, más que en el género de ficción abunda sobre todo en el documental. No podría ser de otro modo si, como suele suceder, el cine documental es entendido, elaborado y visto preponderantemente desde su función testimonial o, dicho de otra manera, en tanto registro histórico y caja de resonancia de las abundantes problemáticas colectivas.

Sobran ejemplos de documentales sobre el referido universo narco, desde los más desavisados y peor elaborados hasta los más pertinentes, consecuentes e inteligentes. Entre estos últimos destaca La libertad del diablo (Everardo González, 2017), entre otras razones por el nivel profundo al que logra llegar en su exposición de la experiencia personal de quienes, de un modo u otro –incluyendo los polos de víctima y victimario– han sufrido la alteración total de sus vidas a consecuencia de su contacto con la delincuencia organizada.

Generalizar, ¿sí o no?

Muy diferente en términos formales y estéticos pero en la misma línea o en una paralela a La libertad… puede ubicarse Te nombré en el silencio (2021), de José María Espinosa de los Monteros. Es en la experiencia propia y, vale decir, en el drama personal de los protagonistas, donde la cinta pone el mayor énfasis. Te nombré… centra su foco de atención de manera absoluta en una organización ciudadana conocida como Las Rastreadoras del Fuerte, compuesto por familiares –sobre todo madres– de personas oficialmente declaradas en calidad de desaparecidas. Particularmente la fundadora del grupo, Mirna Nereida Medina Quiñonez, así como María Cleofas Lugo Torre e Irma Lizbeth Ortega Higuera, con la primera de ellas de manera destacada, ejercen las funciones de narradoras e hilos conductores, y es en su propia voz que se cuenta el día a día de la organización, así como sus orígenes, propósitos, motivaciones, logros y frustraciones.

Casi del todo descartada cualquier intención esteticista o siquiera plástica en su elaboración, el documental se concentra en la situación que se está viviendo y la palabra que la acompañam más que cualquier otro elemento. El resultado inevitable es un testimonio crudo, directo y desnudo de los hechos concretos que viven los protagonistas, con lo que el documental cumple el que, con toda seguridad, es su cometido básico.

Empero, Te nombré en el silencio adolece de un defecto que no le es privativo sino que, por desgracia, comparten muchos otros filmes de naturaleza similar: sea en aras de no perder ni un solo instante el carácter intimista y empático que se da con un acompañamiento y una proximidad tan acentuadas con las protagonistas, como los alcanzados por De los Monteros; sea por no apartarse de lo que actualmente pareciera condición formal sine qua non para realizar un documental, la exposición de datos concretos es evitada a rajatabla. Uno de dichos datos, de carácter cronológico, habría sido utilísimo y agradecible, pues no es posible saber –o este juntapalabras no logró percibir– a qué fechas corresponde no sólo aquello de lo que se habla, sino lo que se está viendo. A diferencia del referido La libertad del diablo, donde el dato es prescindible dada la naturaleza de la información y la intención del filme, en Te nombré… el defecto se acentúa en tanto arranca con una generalización, según la cual y, en función del contenido, en 2021 estaríamos igual que en 2014, afirmación temeraria, por decir lo menos, y casi de seguro equivocada.

 

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