La flor de la palabra

- Irma Pineda Santiago - Sunday, 07 Dec 2025 00:46 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp

Había una vez un cerro

Había una vez un cerro donde habitaron los huachichiles, indígenas cazadores y guerreros, seminómadas que, cuentan algunas historias, resistieron con ferocidad la invasión española. Derrotados por la fuerza de las armas de los invasores, fueron obligados a llevar una vida sedentaria y, despojados de su lengua y sus tradiciones, terminaron asimilados por las costumbres españolas. El Cerro de San Pedro quedó solo por un largo tiempo, posteriormente se buscó establecer en sus faldas la capital del estado de San Luis Potosí y el cerro, por su grandiosidad y riqueza en oro y plata, fue tomado como símbolo para el escudo de armas de dicha entidad, donde la actividad minera fue fundamental en el siglo XVI.

En el siglo XX las cosas cambiaron para el cerro de San Pedro, la minería tradicional quedó de lado. En la década de los noventa se estableció ahí la empresa de origen canadiense Minera San Xavier, que optó por la extracción a cielo abierto y lo que era un cerro se convirtió en un enorme socavón que generó un terrible impacto emocional y social, además de ambiental con la desaparición de diversas especies animales y vegetales que ya no tuvieron más espacio para ser y estar. Hoy el cerro sólo se puede ver en el escudo.

Había una vez un cerro, llamado Dani Guiaati’ conocido en español como Cerro Blanco, compartido por los poblados Guiaati o Yaati, nombrado ahora Asunción Ixtaltepec y Taniqueza, que actualmente es conocido como Ciudad Ixtepec. Dicho cerro guarda en sus entrañas un paraje llamado Ra Ba’cuana considerado, según investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los sitios más importantes del patrimonio cultural del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, por la complejidad del arte plasmado en la piedra, las pinturas rupestres y por las evidencias encontradas en el sitio que sugieren que se trata de un antiguo centro ceremonial zapoteca.

Cuenta la leyenda que Ra Ba’cuana, con unos setecientos años de antigüedad, es la entrada al mundo natural, donde nace el agua, las semillas y los seres que protegen todo esto. Sus pinturas narran diversos mitos vinculados a la creación de la tierra, la vida, el tiempo y la muerte desde la cosmogonía zapoteca. Actualmente, pobladores de Ixtaltepec realizan cada primero de mayo una procesión hasta la cima del cerro en honor a la Santa Cruz “pasión” Cerro Blanco, para agradecer a sus deidades y pedirles buena lluvia para la siembra.

Desde hace varios años, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia trabajan con la comunidad para su
protección y conservación. Sin embargo, esto no ha
sido suficiente para evitar que “el progreso” haga estragos en el sitio, desde vandalizaciones a las pinturas de Ra Ba’cuana, principalmente con símbolos y mensajes cristianos, hasta la paulatina destrucción del Cerro Blanco, debido a la extracción del material pétreo, inicialmente para las construcciones de las bases de aerogeneradores y centros de operaciones de las empresas eólicas, posteriormente para las obras vinculadas al Proyecto Interoceánico. Hoy en día, prácticamente la mitad del cerro ha desaparecido.

Había una vez un cerro, uno pequeño, conocido como Loma Lope, en el municipio de Unión Hidalgo, Oaxaca, punto de referencia para la gente zapoteca e ikoots de las cercanías, y un mundo completo para diversas especies vivas. Este pequeño cerro también ha sido víctima de la destrucción, para proporcionar piedras que sostengan la construcción de la línea k del Tren Transístmico, y aunque desde marzo de 2024 activistas y defensores del medio ambiente lograron un amparo judicial (amparo 54/2024) que busca detener la explotación ilegal de material pétreo y proteger esta área, dicho amparo ha sido reiteradamente violentado a través de empresas que cada día acuden a romper el cerro sin importar los daños que generen, no sólo al medio ambiente, sino principalmente a la vida cotidiana, ritual y cosmogónica de los pueblos indígenas.

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