Artes visuales

- Germaine Gómez Haro - Friday, 15 Nov 2019 10:53 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
En la columna anterior (27/X/19) se reseñó la exposición Cuba: la singularidad del diseño que se presenta en el Museo de Arte Moderno como parte del nutrido programa de Design Week México.

 

Design Week México
(II y última)

Design Week México(II y última)

 

A Patricia Belatti, incansable

promotora de Cuba y México

 

En la columna anterior (27/X/19) se reseñó la exposición Cuba: la singularidad del diseño que se presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM) como parte del nutrido programa de Design Week México (DSWM) que se llevó a cabo a lo largo del mes de octubre con una afluencia de público que rebasó todas las expectativas. Cada año se ha expandido y profesionalizado este magno evento que en su 11ª edición integró más de cien eventos, y extendió su corredor creativo de Polanco y Las Lomas de Chapultepec a las colonias Roma, Condesa, San Miguel Chapultepec, San Rafael, Santa María la Ribera y Daniel Garza. Esta iniciativa ha colocado al diseño mexicano bajo las luminarias, no nada más en nuestra ciudad, sino a nivel internacional, por la impresionante cobertura que ha tenido en los medios y la participación de un público y exponentes extranjeros cada vez más grandes. En esta edición, Cuba y Yucatán fueron los invitados de honor que destacaron en diversas muestras con su diseño gráfico, industrial y artesanal.

Uno de los highlights del programa fue Design House, una intervención colectiva efímera en una casa habitación funcionalista de los años cuarenta en las Lomas de Chapultepec, que fue restaurada y remodelada en cuarenta y cinco días por arquitectos, diseñadores, interioristas y curadores de arte. Para esta edición, se convocó a una veintena de firmas a participar en proyectos individuales los cuales, a su vez, tenían que lograr una coherencia en su conjunto. El resultado fue asombroso. La casona abandonada recobró su grandeza a partir de propuestas muy diversas y se logró que cada habitación expresara una personalidad propia y un concepto curatorial que integraba a la perfección arquitectura, interiorismo y obras de arte. Inclusive los jardines fueron revitalizados con el exuberante diseño naturalista de paisaje de Fernanda Rionda, basado en el uso de plantas nativas de nuestro país. Uno de los espacios sobresalientes fue el concebido por los despachos VA Studio/Legorreta & Alonso Arquitectos/Gerardo García Arquitectura, que intervinieron la azotea de la casa de manera magistral; el proyecto fue complementado con la curaduría artística de José Ignacio Prado, quien presentó dieciocho obras exquisitamente seleccionadas, entre pintura, escultura, fotografía, dibujo y arte objeto reunidas bajo el evocador título La casa de todos y la isla-jardín. Diseños resilientes. El conocido diseñador cubano Luis Ramírez Jiménez fue el elegido para participar en nombre de la isla caribeña. Tuvo la encomienda de intervenir nada menos que el acceso principal de la casa para lo cual, en sus palabras, estudió “los desniveles y texturas utilizadas en los tiempos prehispánicos y su relación con los espacios contemporáneos”. Su intervención propició un atractivo punto de encuentro que funcionó visual y estéticamente como lugar de encuentro y recibidor del público. El carácter efímero de Design House dio lugar a la reflexión entre muchos de los participantes en cuanto a la utilización de materiales de desperdicio y reciclados. Entre la pléyade de diseños novedosos y genuinos, atrapó mi atención el proyecto de Thierry Jeannot, diseñador francés que estableció un taller en el Centro Histórico, en el que capacita a pepenadores en la elaboración artesanal de unas muy bellas lámparas hechas a mano con pet reciclado.

“El diseño en contextos patrimoniales” fue el lema de esta edición de DSWM, por lo que me pareció de gran pertinencia incluir la muestra Ellas restauran que tuvo lugar en la Torre del Reloj de Polanco, la cual abordó la inconmensurable labor de rescate patrimonial desarrollada desde hace décadas en La Habana por el Historiador de la Ciudad, el imprescindible Eusebio Leal Spengler.

Enhorabuena a la organización México Territorio Creativo (MXTC), líder de esta loable iniciativa que estimula la producción en torno a la arquitectura y el diseño, y nos ofrece un catálogo vivo de las creaciones más innovadoras de las nuevas generaciones.

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