cultura
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Vilma Fuentes
Tener vecinos es inevitable y no pocas veces son, o somos, la pesadilla del 'depto' de abajo o de arriba, o de la casa de al lado. A pesar de las regulaciones generales de una ciudad para la buena convivencia, los horarios y normas de urbanidad, no faltan los conflictos y roces, y escasean la concordia y el mutuo apoyo. Sobre eso reflexiona este artículo y presume el hallazgo del poeta Gilbert Lely del vecino ideal.