Odio a los muertos
- Hermann Bellinghausen - Sunday, 01 Dec 2019 07:40Odio a los muertos
porque no queda
sino recordarlos
o peor, olvidarse de ellos
No puedo reprocharles
nada,
ni siquiera que tuvieran
toda la culpa
Si los llamo no responden
Si me llaman no los oigo
Si están no los veo
Pero nunca están
Nunca los veo
Odio a los muertos
los detesto
por esa costumbre suya
de dejar agujeros en el aire
De poner los ojos en blanco
De oler a viejo
a roto
a enfermo
O ni eso
Por no olerme a nada
Por dejarme plantado
horas y horas
en calles donde
parece que nunca estuvieron
en la ropa que dejaron vacante
en la cama que desocuparon de pronto
Odio a los muertos porque callan
de una manera terrible
con un silencio sucio y triste
insoportable
Odio a los muertos
por recordarme que voy a morir
que tú vas a morir
que nada quedará en segundos
ni estas palabras
ni estas putas lágrimas
Odio Detesto Abomino
a la muerte y a los muertos
por todo lo que se llevaron
por todo lo que no hicieron a tiempo
Odio a la muerte que me ignora
La odio por buscarme
Por largarse sin mí
y dejarme hueco y con las manos despobladas
Odio a los muertos
cuando quiero hablar bien o mal de ellos
y no hallo sino una taza a medias
con el hongo del tiempo
y el polvo de los sueños
o me confiesan que Dios
quiso existir y no pudo
y con él aquellos que ya no existen
y quizás nunca lo hicieron
Odio a los muertos que tanto quise
a los que no conocí pero quiero
a los que odio porque existieron
y más a los que siendo yo mismo se fueron
Odio en los muertos esa costumbre que tienen
de desaparecer cuando más los requiero
la burla burda que repiten
cada que caigo y ruedo y pienso en ellos
Los odian mi corazón abandonado
mis ojos buscándolos
esta boca que los escupe y grita sin besos
estas manos que se soltaron súbitamente
Los odio porque están despiertos
vivos sin mi permiso y en otra parte
secos como los árboles talados
húmedos como la lluvia que les escurre los huesos
Pero más los odio por el amor
que abandonaron entre mis dedos
inútil, aburrido y seco
por los siglos de los siglos viejo