La otra escena

- Miguel Ángel Quemain - Sunday, 09 Feb 2020 07:49 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp

Teatros latinoamericanos y de México: 27 FITU de la UNAM

A pesar de que solemos creer que los presupuestos lo son todo, el teatro mexicano se mueve con una fuerza que cuesta trabajo imaginar, instalada fuera de los grandes programas y asignaciones que, episódicamente, han favorecido a la escena nacional, así como otros impulsos que también hacen posible un teatro ejemplar y de grandes grupos en Chile, Argentina y Uruguay. También, y a pesar de la enorme crisis económica, en Venezuela y, desde luego, en la poderosa escena colombiana, que ni en los peores momentos de guerra ha bajado la guardia ni el telón.

Este paréntesis no es más que una continuidad de la idea, que he venido persiguiendo, de presentar en estas semanas iniciales los impulsos más importantes del teatro independiente en México. Parte de dicho impulso tiene que ver con la Muestra Nacional de Teatro de 2018, que fue un gran punto de llegada del esfuerzo que, en la Secretaría de Cultura capitalina, cobijó la buena mano de Ángel Ancona, quien, pese a la aquiescencia de Suárez del Real, no tuvo el reconocimiento que merecía un proyecto que prometía hacer de ésta la ciudad del teatro, la ciudad de las artes escénicas.

Pero como todos los movimientos, las inercias del vigor creativo van a parar a donde menos se piensa. Un teatro para la ciudad podríamos pensarlo como fuente muy importante para la creación de públicos que ahora encontramos, emergentes unos, consolidados otros, en los Faros de distintos puntos en cdmx. Muchos de los jóvenes que se han sumado a esas iniciativas vienen de escuelas universitarias de educación media superior; por ejemplo, el teatro tiene ciento cincuenta años de presencia creativa en la Escuela Nacional Preparatoria.

Deslumbra la presencia de la escena en la unam, la gran trayectoria de un ejercicio cuyos logros pudimos ver desde este viernes 7 y que concluirá el próximo 16 de febrero en la edición 27 del Festival Internacional de Teatro Universitario, enriquecido y francamente confrontado con los logros de la escena nacional en el último año.

Desde el año pasado el mundo escénico ha celebrado la presencia y la visita de los grandes maestros de la escena latinoamericana y europea, y esta oportunidad reafirma esa vocación cosmopolita de nuestro teatro. En esta edición participan Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos y Francia. Del interior de nuestro país están Michoacán, Veracruz, Estado de México, Jalisco y Ciudad de México. Pongo aquí la liga para que se consulte la cartelera y puedan nuestros lectores reconocer el origen de estos grupos: www.teatro.unam.mx.

Verdaderamente entusiasma esta fuerza creativa que hace posible el teatro universitario, con sus capacidades y exigencias conceptuales que permiten entender el alcance de este esfuerzo como una gran inversión espiritual y artística, aleccionadora, estructurante y de un poder vinculador entre creadores que, seguro, es una incubadora para futuros encuentros. No queda mucho espacio para hablar de los catedráticos, talleristas, la perspectiva de género, los espacios alternativos y el teatro de calle. Ya habrá espacio para desarrollar gradualmente la comprensión de esta experiencia.

No es evidente, pero en este ciclo lo que veremos es una gran final integrada por veinticuatro obras de acceso gratuito (tome las previsiones necesarias para no quedarse fuera). Son obras divididas en seis categorías participantes, que después de un amplia exposición han llegado a esta etapa final. Vale la pena acercarse y conocer las seis categorías que configuran esta final de montajes de teatro para niños, niñas y jóvenes audiencias, esta última, una nueva modalidad en la convocatoria de la edición 27.

Las obras ganadoras de cada categoría se presentarán en el llamado Ciclo Especial de Obras Ganadoras del fitu,entre marzo y mayo de 2020, en el Teatro Santa Catarina de la unam. Será una gran prueba de consolidación de los esfuerzos que ahora la unam congrega pero, en realidad, la medalla de este esfuerzo es totalmente nacional, totalmente colectiva.

 

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