Artes visuales

- Germaine Gómez Haro | [email protected] - Sunday, 24 May 2020 07:44 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp

Jaime Kuri Aiza: la mirada incisiva (I de II)

 

Jaime Kuri Aiza (Ciudad de México, 1955) destaca entre los cineastas más reconocidos de nuestro país con una filmografía de más de mil documentales culturales y educativos. En su amplia trayectoria ha sido merecedor de numerosos premios y menciones, tanto nacionales como internacionales, por sus realizaciones que abarcan una extensa gama de temas de contenido artístico, histórico y científico. Recientemente me hizo llegar su trilogía de cortos sobre tres grandes artistas plásticos mexicanos: José Clemente Orozco, Cordelia Urueta y Dr. Atl. Estos filmes, producidos a principios de los años ochenta, estuvieron almacenados en una bodega por casi cuarenta años y no se habían vuelto a exhibir. Filmados en 35 mm, fueron restaurados cuadro por cuadro y ahora, gracias a la tecnología, se pueden apreciar en todo su esplendor. Mi gran sorpresa fue constatar que estas obras maestras, de una duración de treinta minutos cada una, no han perdido en absoluto su vigencia, y qué mejor oportunidad que estos días de confinamiento para disfrutarlas (disponibles gratuitamente para el público en Youtube y Vimeo).

José Clemente Orozco, pintor del hombre (Mención especial, Festival de Cannes, 1980 y Nominación al Premio Ariel, 1980) es la primera realización del cineasta fechada en 1980. En este filme, Kuri se centra en el recorrido de los complejos espacios pictóricos del pintor jalisciense, buscando de manera obsesiva captar la expresión y la intensidad de sus personajes. Los viajes trepidantes de la cámara a través de las escenas más sobrecogedoras de Orozco brindan al espectador la posibilidad de adentrase en la psicología de sus hombres y mujeres de rostros grotescos y perturbadores, y captar –a través de los close-ups– el mensaje de dolor, tribulación y angustia existencial que Orozco les imprimió con fuerza y coraje. Este filme no cuenta con ninguna narración y así pone en evidencia que las imágenes hablan mucho más que las palabras.

El corto Cordelia Urueta (Premio Especial, Festival de Taskent, urss, 1981 y Mención Especial, Festival de Lille, Francia, 1981) cuenta con la participación de la artista, que se nos muestra con una gran frescura y espontaneidad. En primera voz, Urueta nos lleva de la mano por los vericuetos de su pintura de la etapa no figurativa, y lanza guiños acerca de su confrontación con el lienzo en blanco y su disfrute de las calidades del color que marcaron su lenguaje plástico. Kuri la presenta como una mujer de personalidad recia y espíritu ensimismado que buscaba llevar al lienzo las texturas de la naturaleza mediante su muy personal proceso pictórico de capas cromáticas superpuestas y calidades pictóricas sutiles, magistralmente captadas por el ojo del cineasta. Aquí se nota que Kuri escudriña centímetro a centímetro las superficies de las pinturas con un ojo profundamente avezado y sensible que logra proyectar cada fragmento de las obras como un poema visual y nos permite vislumbrar pequeños cuadros dentro del cuadro.

El tercer corto de la trilogía –Dr. Atl (ganador de los premios Ariel y la Diosa de Plata al mejor documental, 1982)– es el más narrativo de los tres, aunque la presencia del protagonista Gerardo Murillo sea una mera evocación bajo la caracterización de José Agut Armer, quien aparece como un Dr. Atl un tanto fantasmagórico que cavila ante la majestuosa naturaleza en la intimidad de su cocina pictórica. Los textos extraídos de la autobiografía del artista –Gentes profanas en el convento– nos transportan a sus vivencias transcurridas en el convento de La Merced, donde se sucedían los amoríos y la creación. Como en los dos anteriores, la magia cautivadora de este corto es posible gracias a la mirada incisiva de Jaime Kuri Aiza, artista de la cámara que como muy pocos ha sabido captar la esencia de las obras de arte.

(Continuará.)

 

 

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