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Textos y postextos más allá del canon

'Siglo XXI. Nuevas poéticas de la narrativa mexicana', Tarik Torres Mojica, Gabriela Valenzuela Navarrete, Pilar Morales Lara (coordinadores), Universidad Autónoma de la Ciudad de México, México, 2019.
Antonio Soria

Conviene referir, así sea de forma mínima, algo acerca de quienes coordinan este volumen: algo que unifica a Tarik Torres Mojica, Gabriela Valenzuela Navarrete y Pilar Morales Lara es su condición académica doctoral; Morales Lara es doctorante en Letras Mexicanas por la unam, Valenzuela Navarrete ya es doctora, por la Universidad Iberoamericana, y Torres Mojica lo es por la Universidad de Guanajuato. Conviene o, en otras palabras, no resulta ocioso detenerse en la gradación académica, puesto que ésta determina el modo específico que los tres tienen para la confección de su labor analítica y, como no podría ser de otra manera, también para la ejecución de una tarea como la que representa Siglo xxi. Nuevas poéticas de la narrativa mexicana. Más específicamente: de la más rigurosa academia proceden los bártulos, los aperos y sus particulares maneras de utilizarlos –que no los del diletante ni los del mero entusiasta sin teoría ninguna–, de los tres coordinadores, lo cual determina el resultado de conjunto: una selección igualmente rigurosa y avalada por credenciales académicas si no idénticas en nivel, sí en ámbitos, de los nueve ensayistas convocados aquí.

Éstos son, pues menester indispensable es consignar sus nombres y el título de sus contribuciones, los siguientes: dividido que está en “vertientes” el libro, la primera y más breve lleva por explicación “el narco” y contiene dos ensayos: “La poética del inframundo en la obra de Yuri Herrera”, por Gonzalo Soltero, e “Historia, ecología y parodia en tres novelas de Juan Pablo Villalobos”, por Roberto Domínguez Cáceres. “Lo intimista” es la segunda vertiente y se integra por “Las diásporas y la violencia social en Las tierras arrasadas de Emiliano Monge”, por l. Iliana Underwood-Holbrook; “Lo público y lo privado en la experiencia estética de Canción de tumba de Julián Herbert”, por Ada Aurora Sánchez, así como “El silencio del incesto. Poética de la resistencia y percepción moral en la obra de Adriana González Mateos”, por Adriana Pacheco Roldán. Por último, la tercera vertiente, “lo fantástico”, está compuesta por “Ignacio Padilla (1968-2016): fantásticas posibilidades desde la Micropedia”, por Ramón Alvarado Ruiz; “Las posibilidades de lo fantástico en El animal sobre la piedra y El beso de la liebre de Daniela Tarazona”, por H. Pilar Morales Lara; “Bernardo Esquinca: una poética de lo monstruoso, el horror, lo abyecto y lo fantástico en los inicios del siglo xxi”, por Tarik Torres Mojica, y finalmente “Bernardo Fernández Bef y la escritura pop de la ciencia ficción distópica”, por Gabriela Valenzuela Navarrete.

Si algo tienen los títulos de todo ejercicio ensayístico procedente de la academia, y en particular los estudios literarios, es que desde el mismísimo título queda perfectamente claro de qué va el asunto: de qué y de quién se hablará, sobre qué asunto o aspecto, qué es lo que se intenta demostrar y, muy en especial, de qué ya se está completamente seguro, a tal grado que el ensayo en sí puede ser visto como una demostración bien pormenorizada, sustentada y anotada, de aquello que el título advierte. En ese sentido, el presente volumen no tiene nada de novedoso, pero ese no es, ni por asomo, un lastre sino un acierto, puesto que el lector no encontrará aquí ninguna de esas audacias, ora inextricables, ora de plano desopilantes, que desdoran otros estudios y otros ensayos, que se quieren originales y acaban siendo irremediablemente galimaticos.

No: lo que de interesante –y mucho– tiene este Siglo xxi. Nuevas poéticas… es acerca de la obra literaria de quienes es que se escribe. Revise el lector una vez más la enumeración de los ensayos y respóndase, ¿cuál de todos los títulos aludidos conoce? Muy probablemente ninguno, quizá y con suerte un par. Le sonará, eso sí es más posible, el nombre de Ignacio Padilla por cuanto su celebridad llegó a instancias a las que el resto no accede todavía –si es que–, pero del resto sólo intuirá que algo interesante deben haber escrito, en tanto sus libros, todos o algunos, son ya materia de análisis académicos. Y ese es el punto, pues, o en otras palabras, que no se trata aquí de la reunión de oootros textos que oootra vez aborden a Juan Rulfo, a Octavio Paz, a Jaime Sabines o a cualquier otro del canon incontestable que, para bien y para mal, satura los anaqueles donde innúmeras tesis de grado juntan polvo.

No es algo que deba sucederle a este volumen colectivo.

 

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