Amapola y memoria
- Paul Celan - Sunday, 19 Jul 2020 07:38



(Versiones de José María Pérez Gay)
De Czernowitz a París
“Sobrevivir a los seres más queridos supone un golpe físico, psicológico y moral abumador; pero en Celan (Czernowitz, 1920-París, 1970) fue absoluto: despojado de la vida en Bucovina, quedó solo, a merced de los espectros”, escribió José María Pérez Gay (Ciudad de México, 1943-ídem, 2013), escritor, germanista y diplomático. El insomnio, la depresión y el remordimiento devoraron a Paul Celan. Una noche de abril de 1970 –del día 19 o del 20– se suicidó lanzándose al Sena desde el puente Mirabeau. Un pescador encontró su cadáver.
Alejandro Sierra –editor de Trotta, sello que publica a Celan–, José Luis Reina Palazón –traductor de Obras completas, Microlitos. Aforismos y textos en prosa y Los poemas póstumos (libros de Celan publicados por esa casa editorial)– y Carlos Ortega –autor del prólogo a Obras completas– narraron que el poeta nació en Czernowitz, entonces ciudad rumana. Sus padres, de origen judío y habla alemana, pertenecieron a la burguesía de Bucovina, que hasta 1918 formó parte del Imperio Austrohúngaro. En 1939, debido a la guerra, Celan dejó sus estudios de medicina en Francia y se matriculó en filología románica en la Universidad de Czernowitz. Presenció la ocupación de Bucovina por tropas rusas (1940) y alemanas (1941). Sus padres fueron deportados a un campo de concentración alemán donde murieron, en 1942. Celan pasó el resto de la guerra en campos de trabajo del ejército rumano. En los primeros años de la postguerra trabajó como traductor en Bucarest y en Viena. A partir de 1948 vivió en París. “La vida tiene la misericordia de rompernos”, escribió Nelly Sachs a Celan.
Pérez Gay tradujo a Celan, lo estudió, abordó su experiencia como traductor y detalló el mundo literario en el que se desenvolvió. Profundizó en Amapola y memoria, publicado en 1952. En Sin perdón ni olvido. Antología (versiones, estudio, cronología y bibliografía de José María Pérez Gay, uam, Ciudad de México, 1998), el autor de El imperio perdido desplegó de nuevo su talento como germanista: Celan cobra vida. El poeta podría decir: “Soy el mismo, todavía”, como se lee en “Stretta”. En el genial estudio incluido en el libro, Pérez Gay recordó: “Al recibir en 1960 el Premio Georg Büchner, Celan escribió: ‘Algo sobrevivió en medio de las ruinas. Algo accesible y cercano: el lenguaje’.” Los dos poemas escogidos pertenecen a Sin perdón ni olvido.
Selección y nota de Alejandro García Abreu.
Fuga de muerte
Leche negra del alba te bebemos en la tarde
te bebemos al mediodía y en la mañana te bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires donde no estamos encogidos.
Un hombre vive en la casa y juega con las serpientes
y escribe cuando oscurece a Alemania tu pelo de oro Margarete
escribe y sale de la casa y brillan las estrellas y silba a sus perros
silba a sus judíos y los manda a cavar una tumba en la tierra
y nos ordena ahora toquen para bailar.
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y a mediodía te bebemos en la tarde
bebemos y bebemos
Un hombre vive en la casa y juega con las serpientes y escribe
y escribe cuando anochece a Alemania tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamita cavamos una tumba en los aires
donde no estamos encogidos.
Grita caven más hondo canten unos toquen otros
y empuña el acero del cinto lo blande sus ojos son azules
hundan más hondo las palas toquen unos bailen otros.
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y a mediodía te bebemos en la tarde
bebemos y bebemos
un hombre vive en la casa tu pelo de oro
Margarete
tu pelo de ceniza Sulamita un hombre juega con serpientes.
Grita toquen más dulce la muerte la muerte es un maestro de Alemania
y grita toquen más oscuro los violines luego ascienden al aire convertidos en humo
sólo entonces tienen una fosa en las nubes
donde no están encogidos.
Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía la muerte es un maestro de Alemania
te bebemos en la tarde y de mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro de Alemania sus ojos son azules
te alcanzan sus balas de plomo te alcanzan sin fallar
un hombre vive en la casa tu pelo de oro Margarete
lanza sus mastines contra nosotros nos regala una tumba en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro de Alemania
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamita.
De noche
De noche,
cuando el péndulo del amor oscila
entre el siempre y el nunca jamás,
tu palabra derriba las lunas del corazón
y tu ojo azul –borrascoso–
le entrega el cielo a la tierra.
Desde una lejana arboleda
oscurecida por el sueño
llega hasta nosotros el aliento
y lo que perdimos transita
inmenso como un espectro del futuro.
Lo que ahora se hunde y se levanta
quiere lo sepultado en la entraña:
ciego como la mirada que cambiamos,
el tiempo lo besa en la boca