Apología de lo primigenio / Entrevista con Vicente Rojo y Arnoldo Kraus

- Alejandro García Abreu - Sunday, 09 Aug 2020 07:43 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Del papel de una hoja de cuaderno de escuela, en la infancia, al papel de china en nuestro país, Vicente Rojo se ha pasado la vida con la vida misma del papel. Es, para él, “la representación en sí de la poesía”.

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Apología del papel, de Vicente Rojo y Arnoldo Kraus, es el quinto libro de su proyecto dual. El médico escritor afirma: “Leer en papel humaniza.” Para el artista, el papel “ha sido siempre la vida misma”. En febrero de 2020, Rojo, Kraus y yo nos reunimos para conversar sobre Apología del papel en el café El Olvidado.

Subrayé el siguiente pasaje de Kraus: “El papel abriga. Humaniza. Acerca. Abraza. Casa existencial para poetas, escritores, pintores.” ¿Cómo recuerdan su primer contacto con el papel?

–VR: Recuerdo mi primer acercamiento al papel a mis cuatro años. En aquellos días ya me gustaba tener en las manos lápices para trazar sobre él algo que, obviamente, no llegaba a ser un dibujo. Pero ahí sigo, hasta la fecha. Tiempo después ya me animaba a tratar de dibujar un caballo. Pero no sabía hacerlo. Sigo igual, también hasta la fecha.

­–AK: Mi primer recuerdo del papel viene de la primaria. En esa época inició mi costumbre de guardar “papelitos” –uso el diminutivo cariñosamente– con anotaciones. Hacia finales de la primaria apuntaba ideas y sucesos. En la actualidad esa costumbre sigue. Anoto en “papelitos”. Después transcribo lo anotado en un cuaderno. Posteriormente lo tecleo en la computadora.

–Ambos admiran el papel de china picado. Cito a Kraus: “Armado con tijeras, pegamentos y cúters, Vicente Rojo dotó a las palabras de imágenes, cuyos trazos, per se, invitan.” ¿Cómo dilucidan esa invitación de Rojo?

–VR. Desde que llegué a México y conocí las fiestas en las que por encima de nuestras cabezas bailaba el papel de china, me sentí atraído por él. Me fascinaba igualmente si la fiesta era en un recinto cerrado que en la calle, por su geometría y sus colores. Era un verdadero alarde de la cultura popular.

–AK: Esta invitación es dual. Se convierte en una iniciativa de ambos. La idea es alimentada por los dos. Se trata de una retroalimentación muy bella. Tomo con gratitud y admiración todas la observaciones de Rojo.

–“Poesía y ficción no son dogmas: las cosas sienten, viven en uno y con uno. Cobran vida al ser usadas. Así el papel”, dice Kraus. ¿De qué manera siente cada uno que el papel cobra vida cuando comienzan a utilizarlo?

–VR: El papel me ha seguido acompañando a lo largo de la vida. Y no únicamente en mi trabajo con libros o revistas o carteles. Aun cuando Kraus dice que el papel cobra vida al usarlo, para mí ha sido siempre la vida misma. Y, por lo tanto, la representación en sí de la poesía.

­–AK: El papel es un elemento maravilloso con el cual uno quiere estar. Vicente y yo sabemos perfectamente que tú eres parte de nuestra familia de adoradores del papel. Ese material extraordinario es un depositario de ideas. Tengo una dependencia a los papeles. En el mundo de los saberes, “los papelitos” son parte de mi arquitectura personal.

–“La memoria encontró una nueva morada y las ideas un hábitat privilegiado”, escribió Kraus sobre el origen del papel. ¿De qué manera conciben el papel como soporte de recuerdos e ideas?

–VR: El papel ha sido siempre el soporte de los monumentos que son los libros, en los que se ha reunido de manera “privilegiada” –la palabra es de Kraus– nada menos que la memoria y las ideas que nos abren al futuro.

–AK: Anoto en “papelitos” pensamientos que me remiten a otras lecturas. Anoto ideas generadas por el libro al cual me estaba enfrentando. Las anotaciones en papeles me fortalecen y me alimentan.

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