Cinexcusas

- Luis Tovar | @luistovars - Sunday, 14 Feb 2021 11:01 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Está buena la película

 

Evidencia científica demuestra que los lugares cerrados con más probabilidad de contagio de Covid-19 son aquellos donde se habla, grita y canta. En los cines no se habla. Por eso los cines NO son centros de contagio”: esta pequeña joya de extrapolación contradictoria fue publicada por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE), en su cuenta de Twitter, el pasado jueves 14 de enero. Como es de conocimiento masivo casi un mes después, tanto ése como muchos otros comunicados y declaraciones públicas de CANACINE, a través de Fernando de Fuentes, quien preside dicha Cámara, tienen como propósito apoyar a Cinépolis y Cinemex, las dos principales cadenas mexicanas de exhibición en México, en su propósito de reabrir operaciones comerciales en todo el país, sin importar el color del semáforo pandémico.

La verdad es que, con expresiones así de poco afortunadas, muy flaco es el favor que la CANACINE le hace a sus representadas, pues el silogismo al que apela es insostenible: en resumen, lo que aseguran es que los cines no son centros de contagio porque en ellos no se habla. Según esa lógica, basta con permanecer callado y rodearse de gente silenciosa para no contagiarse, sin importar el lugar donde se esté. Por supuesto, el aserto es falso por completo, pues cualquiera sabe que para contagiarse basta con respirar, cosa que difícilmente podría dejar de hacerse, en un cine o fuera de él.

 

De cambios y clausuras

 

En días recientes, Cinemex y Cinépolis han amagado con una potencial clausura definitiva, como consecuencia de haber mantenido cerradas sus instalaciones durante prácticamente un año, contado a partir del inicio de la epidemia de Covid-19. De acuerdo con datos de CANACINE, el año pasado los ingresos de las dos megacadenas de exhibición cinematográfica fueron ochenta por ciento menores a los obtenidos en 2019; Cinemex canceló actividades en multiplexes de Puebla, Durango, Jalisco y Guanajuato, mientras Cinépolis lo hizo en algunos de sus complejos en Ciudad de México, Querétaro, Estado de México, Guanajuato y Durango. En total, la Cámara habla del cierre total de once complejos cinematográficos en el territorio nacional, y parte fundamental del problema, una vez más de acuerdo con CANACINE, es que México es el cuarto lugar mundial en cantidad de salas.

¿Será que veremos la extinción de los multiplex, tal como los conocemos hoy? Parece algo dudoso, por diversas razones, entre las cuales el poder económico de sus propietarios es una de las más importantes: Germán Larrea, dueño del poderosísimo Grupo México, dedicado esencialmente a la minería, es el mandamás de Cinemex; por su parte, Alejandro Ramírez, principal propietario de Cinépolis, difícilmente quedaría en la ruina absoluta.

Conviene recordar que, con independencia de lo que la pandemia esté provocándole a Cinépolis y Cinemex, la exhibición cinematográfica en salas ya enfrentaba un desafío mayor a partir de la exitosa irrupción de plataformas fílmicas online como Netflix y Amazon Prime –por mencionar solamente a las dos más poderosas–, competidoras directas de aquéllas al haber sido diseñadas precisamente para ver cine sin tener que salir de casa. En este contexto, lo que tal vez suceda, y en el fondo sería bastante positivo, es un cambio en eso que los mercadotécnicos llaman “modelo de negocio”, aquí, el de la exhibición cinematográfica. Cambios, por ejemplo, en la tozuda costumbre de sujetarlo todo al estreno de los manidísimos blockbusters anuales, de verano y de invierno, ahora que los grandes estudios también están preocupadísimos porque sus megaproducciones han dejado –al menos circunstancialmente– de tener sentido. Cambios, otro ejemplo, en el exasperante hábito de poner la misma bazofia en miles de salas, en el fondo volviéndolas innecesarias y haciendo pensar, para felicidad de los nostálgicos, en el ¿improbable? regreso de los cines-de-a-deveras.

En un sentido metafórico, la película va a ponerse buena.

Versión PDF