ProsaIsmos

- Orlando Ortiz - Sunday, 02 May 2021 02:24 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Laura la de acuña (II y última)

 

Laura Méndez de Cuenca (1853 - 1928) nació en Amecameca, pero desde muy chica su familia se trasladó a Ciudad de México. Supongo que ella y su hermana realizaban veladas literarias en su domicilio, pues ahí fue donde Manuel Acuña la conoció. Desde muy joven escribió poesía y, como opina Pablo Mora: “El poeta (Manuel Acuña) le dedicaba versos que constataban la intensidad intelectual y emocional de una relación amorosa singular, pero sobre todo advertían ya la fortaleza y el carácter de la amante: “Sí, Laura... que tu espíritu despierte/ para cumplir su misión sublime,/ y que hallemos en ti a la mujer fuerte/ que del oscurantismo se redime.”

Iré directamente a su producción narrativa, iniciada años después, a la par, supongo, de sus colaboraciones en periódicos. Reunidos en un volumen publicó solamente Simplezas; el resto, que son muchos más, quedaron dispersos en periódicos y revistas. En estos relatos el lector encuentra una prosa tersa y rica, pero también y sobre todo una sorprendente malicia narrativa, aunada a sus ideas feministas, expresadas por contexto y no grotescamente, pues también encontramos un realismo depurado en el que no vacila, por ejemplo, en mostrar la “monstruosidad” de algunas madres.

Su cuento más famoso e incluido en las antologías, es el titulado “La venta del chivo prieto”, sin duda una excelente muestra de su capacidad para tramar y crear personajes y situaciones verosímiles, que obedecen a una delicada estrategia narrativa. En realidad todos sus textos responden a estas características, hasta los más “simples”, que son en apariencia sólo una anécdota. Porque, en efecto, algunos tienen tramas más elaboradas que otros, pero ninguno se queda en simple anécdota o chiste.

Buen número de las historias se ubican en el país, pero también hay los que acontecen en Estados Unidos, España o Berlín. Llaman poderosamente la atención los que se localizan en el vecino país del Norte, donde encontramos indicios del chicanismo, así como evidencias de la explotación e injusticias que padecen los paisanos, que a veces ya son ciudadanos del otro lado pero su evidente ascendencia mexicana los hace objeto de tales desmanes.

Otra característica interesante de los cuentos de esta mujer es el talento para presentarnos mujeres de todos los estratos sociales, y la caracterización responde a su extracción, es decir, las mujeres de la aristocracia para nada se comportan o piensan como las fámulas o chichiguas; tampoco las de más edad se comportan como las jovencitas. Esto no quiere decir que las jóvenes sean lo que hoy denominan guerreras, pero sí que llegan a tener conciencia de su potencial, pues una joven esposa, de apenas dieciséis años y casi recién casada, resuelve una peligrosa situación ingeniosamente y el relato termina con ella que piensa: “¡Ay!, ¡si yo me decidiera a hacer lo que soy capaz!

Hasta donde recuerdo, en la mayoría de los cuentos las protagonistas son mujeres. Ocurren asesinatos, infidelidades, injusticias y todo lo que ustedes puedan y quieran imaginar. Laura Méndez de Cuenca escribía con soltura y llanamente historias en la que podemos encontrar un menage a trois que le costó cárcel de por vida a un sirviente inocente, pero narrado con tanta naturalidad y finura que, estoy seguro, habrá lectores que no se den cuenta de lo que pasa. Algo similar ocurre con “La gobernadora”, donde aparece una madre-monstruo (Domenella dixit), una de cuyas hijas casa con un viejo general que llega a gobernador, pero entra en decadencia y acaban viviendo con un joven hijo del militar en una vecindad donde “¡Qué escenas se suceden en el hogar del viejo senador! ¡Qué de cosas presencia, miserable y enfermo, desde la poltrona donde al fin lo encadena una parálisis parcial!”

Ignoro si hay ediciones recientes de sus relatos, sólo tengo noticias de la edición de sus cuentos que hizo la UNAM en su colección Al Siglo XIX, Ida y Regreso, que no he conseguido. Tampoco su novela por entregas, que me parece fue editada en dos volúmenes hace muchos años.

 

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