La otra escena
- Miguel Ángel Quemain - Sunday, 16 May 2021 07:46



Zoomergidos es el nombre de un grupo de artistas escénicos y de un proyecto teatral que apareció en un momento de transición en Ciudad de México, que pasó del semáforo epidemiológico naranja al semáforo electoral amarillo, y es muy posible que en la primera semana de junio pase al verde urna de embriagada ratificación de las libertades que caracterizan a una ciudad confinada por voluntad y posibilidad de quienes pueden quedarse a trabajar desde su casa.
En esa coyuntura política está nuestro teatro, que continuará parte de su indagación en un modelo híbrido, con nuevos desafíos y responsabilidades para los creadores más experimentados y sabios, y estimulará a nuevos conjuntos de artistas que se suman por la familiaridad que este nuevo lenguaje virtual les significa.
Los Zoomergidos han decidido ofrecer una respuesta artística a la diversidad de parálisis y crisis en la que se han zoomido muchos creadores que sólo creen en las posibilidades de la presencia y se han quedado a esperar que todo esto termine, mientras sus hábitos cotidianos se vuelven tan perniciosos como la situación económica y laboral.
Diego Jaúregui ha sido el primero en dar la cara con un texto dramático lleno de imaginación, humor y una escritura fina, precisa, que sin embargo se muestra en clara búsqueda de un rumbo convergente de lenguajes tan nuevos como en apariencia equidistantes a los hallazgos estéticos de la telenovela, ese dispositivo vuelto tan tóxico y plano por los mercaderes castrados de la televisión comercial.
Diego Jaúregui tiene la solvencia artística y una trayectoria que, sin dificultad, se acompaña de un conjunto de vidas paralelas y convergentes, con un gran talento y experiencia para sacudirse esos lenguajes anquilosados que refiero, las convenciones a las que estamos tan acostumbrados quienes hemos sido intoxicados por esas prácticas intermedias entre el estudio de televisión y el escenario teatral.
En Zoomergidos es francamente conmovedor ver cómo el conjunto, con verdaderos maestros de la actuación, en pareja con actores más jóvenes y menos expertos (Misha Arias de la Cantoya, Teresa Rábago, Mariana Gajá, Astrid Romo, Miguel Soto), son capaces de colocarlos en su propio nivel y ritmo actoral en una mimesis de una enorme complejidad de trazar a distancia, como lo ha hecho con tanto rigor Ruby Tagle, en quien este conjunto ha confiado su visibilidad.
¿Qué es eso de “su visibilidad”? Pues la enorme concentración de los actores, tan evidente y profunda, a pesar de que no existe la pantalla que se logra crear entre el público y la escena. Aquí ese diálogo se construye primero entre los dos actores/personajes que dialogan en cada uno de los “tres brevísimos episodios” para elaborar una forma de verdad emocional (fársica, cómica) que uno se siente obligado a participar y a creer en lo que se tiene enfrente.
Diego Jaúregui me comparte un apunte que lastima y alienta: “Se podría decir que es un proyecto pandémico: surge de la pandemia, del encierro, del desempleo e incluso de la depresión.” A ese periplo creador se suma la búsqueda de un público cauteloso que quiere alternativas a distancia.
Jaúregui explica que han decidido aventurarse en esta búsqueda, lejos de la discusión sobre si el teatro por plataformas digitales es teatro o no, y generar este proyecto desde la raíz, “con nuestros propios textos y teniendo como cómplice a gente comprometida con el teatro y que coincidimos en la urgencia de no dejar morir en nuestras vidas el hecho teatral o lo que más se le parezca”.
Las tres historias puestas en escena/en pantalla son historias breves que no alcanzan los sesenta minutos, pero poseen gran intensidad y tensión, dramática y humorística: La sesión, La llegada y Nostalgia son los títulos de estas tres obras iniciales que por lo pronto estarán todos los domingos, como hoy, a las 20:30 horas durante mayo y junio. Están como Küken Produktionen en YouTube ([email protected], de la productora Mireille Bartilloti).