Palas por pistolas: Pedro Reyes y la transformación del rifle en árbol

- Anitzel Díaz - Sunday, 15 Aug 2021 11:16 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Fundir armas para convertirlas en palas para cavar agujeros y sembrar árboles: un idea simple con profundo sentido crítico del tráfico y trasiego de armas de fuego que ingresan ilegamente en nuestro país desde Estados Unidos. La exposición 'Desarme', del artista Pedro Reyes busca, desde la perspectiva del arte, crear conciencia sobre esta realidad que cobra cientos de vidas al año en ambos países.

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Cada año ingresan ilegalmente a nuestro país más de doscientas mil armas provenientes de Estados Unidos. El fácil acceso al mercado de armas que existe más allá de la frontera norte no sólo ha contribuido a exacerbar la violencia criminal asociada con la producción y tráfico de drogas en nuestro país, sino que ha incrementado de manera exponencial la disputa de los cárteles por el control de los mercados.

La materialidad y fetichización de elementos encontrados abre toda clase de posibilidades para que cualquier objeto sea sujeto del arte; incluso o sobre todo un arma. A lo largo de la historia, los artistas han descrito al arma como un objeto fetichizado y un objeto mortal.

Pedro Reyes, artista contemporáneo mexicano, derritió mil 527 armas para convertirlas en mil 527 palas, que ayudaron a sembrar mil 527 árboles. Alguna vez convirtió 6 mil 700 armas confiscadas a los cárteles del narcotráfico por el Ejército mexicano en instrumentos musicales, lo que dio vida a la exposición Desarme.

Culiacán tiene la tasa más alta de muertes por armas de fuego en el país. El jueves 17 de octubre de 2019 se llevó a cabo un operativo militar para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán y extraditarlo a Estados Unidos. No se capturó al narcotraficante, pero sí se ocasionó una ola de violencia incontenible. Más tarde los disparos al aire, las rancheras y corridos indicaban la celebración de los sicarios en algún lugar no muy lejano de la ciudad y a la vista de todos. Es aquí, en Culiacán, donde Pedro Reyes inició su proyecto Palas por pistolas.

Reyes es un artista que se enfoca en los fracasos de la cultura moderna de una manera positiva. Realmente no cree en los fracasos, que sólo son resultado de una cierta percepción. Toma las cosas que la gente suele ver como rotas y las muestra bajo una nueva luz.

“Si algo muere, se pudre y huele mal, creo que existe la posibilidad de hacer una composta en el que este vasto catálogo de soluciones se pueda mezclar de una manera completamente nueva”, afirmó Reyes en entrevista para BOMB Magazine.

A través de la escultura, el performance, el video y el activismo, Reyes propicia el diálogo en torno a temas complejos en la sociedad. Con Desarme, el artista señala que la colonización siempre ha sido “a punta de pistola” y que en el racismo sistémico las que verdaderamente salen ganando son las fábricas de armamento.

En Estados Unidos las huellas que dejan las armas son distintas. Tiroteos indiscriminados con objetivos muy específicos, que dejan translucir las peores pesadillas de los estadunidenses. Memoriales con flores, para no olvidar.

Cross for the Unforgiven, una escultura de Mel Chin, artista conceptual nacido en Houston, es una réplica de un trabajo anterior de 2002 de Chin. Para ambas piezas Chin pudo comprar ocho AK-47 sin cuestionamientos, a pesar de que entre 2002 y 2012 hubo más de cincuenta tiroteos escolares en Estados Unidos. Así, su trabajo destaca la accesibilidad de las armas de fuego y la falta de restricciones.

Estos dos artistas, a ambos lados de la frontera, ponen en la mira un grandísimo problema que enfrentamos en las sociedades. El gesto del arte contemporáneo es a veces percibido como invisible. Es cuestionado y anulado, pero no deja de estar presente.

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