Brian Nissen: 'limulus', el fósil viviente
- Germaine Gómez Haro - Sunday, 19 Dec 2021 09:31



Desde su llegada a México en 1963, el artista de origen británico Brian Nissen ha desarrollado series pictóricas y escultóricas inspiradas en diversas temáticas, entre las que destaca el limulus –también conocido como cangrejo herradura– un extraño animal poco conocido que lo cautivó desde el día que supo de su existencia, hace ya varias décadas. En un bello texto publicado en su libro Expuesto. Reportes y rumores en torno al arte y el arte de Brian Nissen (2008), el artista –que es también un magnífico escritor– narra su primer encuentro con los cangrejos herradura en la Laguna de Menemsha, en la isla de Martha’s Vineyard, cerca de Cape Cod. Nos cuenta cómo lo sedujeron estas criaturas insólitas e indescriptibles que llegan por millares cada año desde el sur, pasando por Yucatán y Campeche, hasta las playas de la costa este de Estados Unidos para su acoplamiento justo en la noche de la última luna llena de mayo: “Me fascinó el aspecto del animal: temible, fantástico, formidable, una maravilla de la mecánica natural. Algo que parecía salir de los bestiarios medievales: un rival del basilisco, del fénix, de la quimera, la mantícora y la salamandra.” Desde entonces, el limulus se ha convertido en una continua e inagotable fuente de inspiración. “Me pareció como una especie de tanque primitivo o un casco de guerrero japonés, algo venido de la ciencia ficción: primitivo y futurista a la vez. Su forma y su estructura se fueron adueñando de mí. La forma sencilla de su casco exterior que guarda la compleja mecánica de su interior, comenzó a aparecer en mis obras, primero en escultura y luego en collages y bajorrelieves.” El Seminario de Cultura Mexicana (Masaryk # 526, Polanco) presenta hasta el mes de enero la espléndida exposición Limulus, el fósil viviente, integrada por unas setenta obras que conforman una suerte de retrospectiva de sus esculturas en bronce y cerámica, relieves y pintura. Es la primera vez que se ven en conjunto tantos ejemplos de las diferentes épocas en las que Nissen ha incursionado en la representación plástica de este animal fantástico. La muestra da cuenta de las variaciones sobre el mismo tema y se percibe que las piezas están estilísticamente ligadas entre sí, toda vez que cada una mantiene un carácter independiente, unas más orgánicas y otras de corte geométrico.
“Desde la primera vez que lo vi me enamoré del bicho”, me comenta Brian con una mirada que se ilumina frente al caparazón natural del animal que también forma parte de la exposición con el fin de mostrar al público de dónde vienen las formas caprichosas y sensuales que vemos en sus obras. No deja de ser intrigante que este extraño bicho tiene alrededor de 350 millones de años y su fisonomía ha variado muy poco porque nunca tuvo depredadores. Sir Walter Raleigh lo llamó equivocadamente cangrejo herradura por la forma de su caparazón –mientras que en Yucatán se le conoce como cangrejo “sartén” o “cazuela”– pero en realidad se trata de un protoinsecto cuya forma interior es de un barroquismo delirante que asemeja a un alacrán. Las esculturas reproducen en su parte externa la superficie lisa y tersa del caparazón, mientras que por dentro descubrimos intrincadas formas de una complejidad y un dinamismo sorprendentes.
Comenta Brian sobre su trabajo más reciente: “Es entre la escultura y la pintura. Las líneas en lugar de ser dibujadas, son físicas y van articulando el ritmo de la pieza.” En estas obras prácticamente abstractas vemos una danza de formas orgánicas simples y elegantes que se entreveran en composiciones de una gran sensualidad. Aunque de manera velada, el limulus pervive en el imaginario del artista y seguirá siendo objeto de su creación. Poesía y alquimia alternan en la creación de Brian Nissen, a un tiempo apolínea y dionisíaca, rigurosa y lúdica, plena de enigmática belleza.