Los memes en internet, replicadores de comportamientos culturales

- José Rivera Guadarrama - Sunday, 09 Jan 2022 07:37 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
La cultura, en todo el amplio sentido del término, es una actividad que nos caracteriza como especie humana. Para conservarla y desarrollarla es imprescindible transmitirla de un individuo a otro. En la actualidad, una de sus características tiene que ver con las dinámicas tecnológicas que están surgiendo en internet mediante el uso reiterado y constante de los 'memes', esa popular asociación de elementos, en especial una imagen y un texto alusivo, para representar una idea, opinión o situación.

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La movilidad, rapidez e inmediatez que brindan los actuales dispositivos electrónicos conectados a la web, hacen posible que la cultura de los memes se replique de manera casi inmediata e incontrolable. Incluso, estas dinámicas están generando notorias implicaciones en la transmisión de los saberes y conocimientos, junto con la actividad comunicativa contemporánea. El problema surge cuando estas herramientas o contenidos se utilizan para denostar, discriminar o dañar a determinados sectores sociales. Muchas de estas actitudes corresponden, sin duda, a expresiones xenófobas, apelan de manera directa a estereotipos con el objetivo de denostar o reflejar odio y desprecio a determinados grupos. Por lo tanto, es necesario exponerlas para replantear su replicación.

Es al biólogo evolutivo Richard Dawkins a quien se le considera como el introductor del concepto de “meme”. En su libro El gen egoísta (1976) emplea el término definiéndolo como “unidad de transmisión cultural o unidad de imitación”. Para este autor, por lo tanto, un meme es toda la información cultural transmitida de un individuo a otro, de una mente a otra, de una generación a otra, incluidas las distintas formas de expresión de la sociedad, sus costumbres, prácticas, maneras de ser, rituales, tipos de vestimenta y normas de comportamiento.

Estas definiciones las empleó Dawkins cuando internet aún no se había desarrollado; además, ese no era el propósito esencial de su investigación. Su interés primordial era examinar la biología del egoísmo y del altruismo relacionado con el estudio de la genética. Sin embargo, a estas alturas del siglo, la rápida evolución de las tecnologías de la información y la apropiación de estas herramientas por parte de los usuarios, los intercambios y consumos culturales, así como el uso intensivo de las redes sociales, han enfatizado el alto consumo e intercambio de imágenes bajo diversas modalidades. Es por eso que la definición de meme utilizada por Dawkins resulta interesante.

Con estas otras posibilidades de trasmisión de mensajes, al mismo tiempo, se hacen efectivas las dinámicas alternas de intervenir o crear contenidos adaptados a un lenguaje capaz de difundirse en las plataformas virtuales de internet. Esto hace explícita, además, la sencillez en cuanto a la manipulación y producción de imágenes por parte de los usuarios. Mediante ello, además, se están planteando narrativas contrarias al dominio generado por los medios tradicionales de comunicación, los cuales habían predominado durante las décadas previas a la irrupción de la web.

Fiel, fecundo, longevo… y agraviante

En su libro, Dawkins expone las tres características predominantes de los memes: fidelidad, fecundidad y longevidad. A partir de esa clasificación, las discusiones teóricas posteriores determinarán que, sin excepción, todos por naturaleza creamos o transmitimos memes a diario. Susan Blackmore, en su obra La máquina de los memes (2000), asegura que la mayoría de nuestros pensamientos son memes en ciernes y que, de no ser expresados, morirían rápido. “Otros memes se transmiten por radio y televisión, por medio de la escritura, de los actos humanos, de los productos tecnológicos, del cine y de la pintura”, indica.

Sin embargo, buena cantidad de ellos contienen elementos enfocados al agravio. Ejemplo de lo anterior son los mensajes expresados en el meme denominado Skin-O Meter, que podría traducirse como “medidor de tonos de piel”. En redes sociales se utiliza de diversas maneras. En algunos casos, por ejemplo, las publicaciones de estos mensajes van enfocadas a diferenciar el “coqueteo” del “acoso”. Para ello, los usuarios se basan en una especie de paleta de colores que hace referencia a diversos tonos de piel. Cuando, en estos casos, el agresor tiene un tono de piel más claro, entonces los usuarios consideran que su acto es una especie de “coqueteo”. Pero si el tono de piel del victimario es más oscuro, de inmediato es calificado de “acoso”. Aquí, los comentarios negativos son abundantes, contrario al primer caso.

Esta gráfica es muy controversial. Está colocada de manera vertical y, mediante ella, se intenta representar un cromatismo social que va de rosa claro al café oscuro, pasando por varias tonalidades. Del lado izquierdo, donde empiezan los tonos rosas y claros, se escriben comentarios que pretenden esquematizar a un sector de personas con alto nivel económico, un espejismo en todos los sentidos, mientras que del centro hacia el lado derecho, los mensajes contienen todo lo opuesto a lo anterior.

En este meme, el alto nivel de comicidad disfrazada ha provocado que los usuarios de redes sociales lo modifiquen para diversas situaciones. Sin embargo, todas las variantes demuestran aspectos discriminatorios, clasistas o xenófobos.

Este meme, el Skin-O-Meter, se comenzó a usar en México en 2017 y sus variantes han aumentado de acuerdo con las coyunturas o acontecimientos de cada región donde se utiliza. Su rango de utilidad abarca desde la agenda mediática y política, las regiones geográficas, el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, incluidas algunas clasificaciones para indicar quiénes serían los implicados en propagar el Covid-19 y quiénes, de acuerdo con el tono de piel, serían los encargados de erradicarlo. También los usuarios lo emplean para diferenciar entre quienes prefieren las obras de Remedios Varo de las de Frida Kahlo.

Otro caso es el del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien se reeligió por tercera vez en su país. En este caso, usando ese esquema de tonos, los usuarios lo colocaron como un ejemplo de buen gobierno, de buena gestión política y validaban, mediante los tonos de su piel, el resultado. Mientras, con ese mismo meme, presidentes de otros países de América, al reelegirse, fueron clasificados como dictadores, autoritarios o antidemocráticos.

Mediante estas actividades se hacen explícitos los estereotipos sociales y resaltan el énfasis en lo negativo. Esto tipo de listado pone a prueba también nuestros criterios respecto a la tolerancia e inclusión cultural y simbólica que nos caracteriza como humanidad. Evidencian, incluso, nuestro aprendizaje, nuestros hábitos de consumo y la forma en la que nos comportamos dentro de determinada sociedad.

Humor y sarcasmo vs. hegemonía

Toda especie de violencia, simbólica y directa, construye percepciones y valoraciones arbitrarias del mundo. Simulan un orden natural en el que los hábitos de clase condicionan y constriñen las posibilidades reales de los sujetos para su autorrealización. Por otro lado, los memes pueden representar una alternativa a la producción mediática hegemónica. Hay sectores sociales que los producen con la intención de generar pensamientos críticos, sobre todo durante elecciones políticas, movimientos artísticos, culturales, educativos, económicos, entre otros, de tal manera que los memes representan más que simples acciones enmarcadas en una imagen fija, gif o video. Mediante su empleo reiterado también se exponen matices con aspectos sarcásticos o humorísticos; de ahí que su análisis deba ser considerado como una acción constante en el estudio de los contextos digitales, sobre todo por el alto impacto que ejercen dentro del ámbito digital y en la vida social.

El lenguaje expresado a través de los memes también es un dispositivo que genera identidad entre los usuarios durante momentos de coyuntura, en crisis o durante acontecimientos incidentales. Mediante su correcta utilización, se pueden generar diálogos que propicien o normalicen las expresiones e interacciones de todos los sujetos implicados en los temas.

De alguna manera, estamos frente a la descentralización de los medios tradicionales por los que circulaba la información. Con la creación y difusión de memes, la comunicación se ha colocado fuera de los márgenes habituales. Otras veces, los memes escapan del alcance de las autoridades encargadas de la regulación informativa, de los aparatos de Estado y de otras instituciones públicas y privadas. Sin embargo, antes de los memes también existían otros métodos para comunicar ideologías alternas. Estaban el afiche, los carteles políticos o publicitarios, los panfletos y lienzos, distribuidos de acuerdo con las condiciones y características de cada época. Aquellas formas de contrarrestar el autoritarismo tuvieron también su evolución. En la actualidad tenemos nuevas versiones, mediante su difusión masiva y casi instantánea en internet.

Ahora, con los memes, se propagan mensajes de manera más efectiva que antes, sobre todo porque están insertos en la inmediatez y carecen de ubicación específica, de manera que las formas de entender la tecnología y sus aplicaciones, deben estar basadas en los errores y experiencias, enfocándolas a la convivencia humana y social, con el objetivo de mejorar los mecanismos de tolerancia y comunicación inmersos en las dinámicas actuales de rápida difusión digital.

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