Paul Klee y los ángeles: la poesía de José Ángel Valente
- Alejandro García Abreu - Sunday, 06 Mar 2022 02:37



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La soledad se puebla de fantasmas de papel…
José Ángel Valente
El motivo del ángel
Durante más de cuarenta años, José Ángel Valente (Orense, 1929-Ginebra, 2000) –uno de los poetas más eminentes de la literatura hispánica del siglo XX– sostuvo diálogos con distintos creadores y concedió múltiples entrevistas. El ángel de la creación. Diálogos y entrevistas (edición de Andrés Sánchez Robayna, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018) incluye una selección de conversaciones de Valente publicadas entre 1954 y 2000. Comprende las charlas suscitadas entre la concesión del Premio Adonais y el año de la muerte del poeta.
Como título del volumen fue escogido el de una de las entrevistas más importantes, “El ángel de la creación”, realizada en 1998 por la escritora venezolana Ana Nuño. El ángel aparece en varios textos incluidos en la antología de entrevistas. Para el poeta Andrés Sánchez Robayna, el motivo de reflexión más importante en el conjunto del libro es “la unidad última de la creación poética y la meditación sobre su significado”.
Valente afirma en la entrevista con Nuño: “Para mí representa mucho ese ángel [la pintura de Paul Klee Angelus Novus (1920), sobre la que el poeta orensano meditó a través de Walter Benjamin]; muchos de mis principios estéticos provienen de la pintura de Klee.”
La novena tesis de Sobre el concepto de historia de Benjamin marcó a Valente de manera notable. El filósofo berlinés escribió:
Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándose sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.
La primera entrevista
La mayoría de los textos del libro vio la luz entre 1980 y 2000. Son escasas las conversaciones que el poeta sostuvo antes de 1980. Una de ellas es la entrevista que concedió a José Fernández Ferreiro tras ganar el Premio Adonais 1954 por su libro A modo de esperanza, para el periódico Informaciones de Madrid.
El trabajo de José Fernández Ferreiro resulta deficiente por la falta de investigación y decoro (preguntó: “¿Has publicado algún libro?”, “¿Acudiste a muchos premios?”, “¿Cómo es tu libro?”, “La cantidad del premio son 5 mil pesetas. ¿Qué piensas hacer con ese dinero?”), pero la capacidad expresiva de Valente –cuya oralidad se vinculó desde entonces con el ensayo y el aforismo– se hizo notar desde que tenía veinticinco años de edad.
Transcribo subrayados de las respuestas de Valente, el joven:
–[A modo de esperanza] Es un libro breve, como todos los de Adonais. Está dividido en tres partes. En la primera casi todos los poemas son de temas y recuerdos de niñez, asuntos de biografía interior… Finaliza con “Poema del solitario”, que es algo así como la conclusión de los recuerdos infantiles. La segunda parte es un canto extenso a España, aunque el nombre de España no aparece para nada en él. Creo que es de lo mejor del libro. Y la última, es casi toda de temas personales y reales, motivos de conversación, etcétera.
–[La poesía es] sobria, de muy poco lujo verbal, concisa y clara; quizás un poco satírica a veces.
–Cuando [escribí A modo de esperanza], por método decidí no leer poesía moderna. Por lo que creo que en él no hay influencia ninguna. Es enteramente mío.
–Me gustan mucho Cernuda, Aleixandre, y de los más jóvenes, con los que estoy identificado, José Caballero, Lorenzo Gomis y Alfonso Costafreda.
–Estoy escribiendo Poemas a Lázaro, y tengo notas para una novela, El encuentro, cuyo tema es la historia de un adolescente cuando deja de serlo y se encuentra con la realidad de la vida.
Era imposible que José Ángel Valente supiese que se convertiría en el poeta del decaimiento, los ángeles y la desaparición: “Entre el sauce apenas rozado por las aguas y la torre amarilla, el tiempo mira al tiempo y lo devora. El río lleva lento, hacia lo lejos, imágenes sin nombre, rostros muertos, el ritual aciago del adiós. Y tú, pálida sombra, en la cruel ruina de la memoria encuentras todavía fundamento.”
El ángel imperecedero acecha.