Edward Hopper: retratos de realidad y soledad
- - Sunday, 03 Jul 2022 07:14



Hoy forma parte de la inmensa zona conurbada de Nueva York pero, en 1882, algunos kilómetros al norte de Manhattan, Nyack era una pequeña villa a las orillas del río Hudson. Ahí, en aquel año, nació Edward Hopper, uno de los pintores contemporáneos más relevantes, originales y memorables. Así fuera sólo por Nighthawks –en español, “noctámbulos”–, quizá la más célebre de sus pinturas, Hopper es uno de esos artistas cuya obra es admirada incluso sin saber nada de su autor, alcanzando así la universalidad y trascendiendo su época. Al igual que sus maestros más queridos, entre quienes debe incluirse al también pintor estadunidense Robert Henri y a los franceses Manet, Monet y Courbet, entre otros, Hopper cifró su bien ganada fama en la persistencia y la singularidad temática y estilística. No en balde su nombre suele asociarse al realismo de la Escuela Ashcan y al movimiento conocido como American Scene Painting pero, sobre todo, al retrato estremecedor de la soledad del mundo moderno y a lo que sin duda es una de las máximas aspiraciones de todo artista plástico: dicho en palabras del propio Hopper, la capacidad de “pintar la luz del sol”, que él reflejó como pocos en toda su obra.