Los 43 hermanos / Virgilio Gonzaga*
- Virgilio Gonzaga* - Sunday, 02 Oct 2022 07:14



"Ser pueblo es la primera tarea", Lucio Cabañas Barrientos.
Dondequiera que estén, despiertos como el sol cada
mañana,
viendo el cielo oscurecido, pensando en el compañero
en su búsqueda y encuentro, con sus pasos y su anhelo
forjan el porvenir; o bien, sueñan el latido arrebatado por
las fieras
de este país, después del vuelo azul y negro y la caída
hacia lo indescifrable, después de pernoctar
en los calabozos
del infierno, instaurados por los insaciables del poder.
Ustedes son la vida en la visión del pueblo insomne,
el cuerpo luminoso y el alma buena;
son la percepción ante el fulgor del mundo,
la esencia de la utopía, la esperanza de la patria nueva.
Aquella noche fueron ultrajados por su amor a la verdad,
absortos entre la pólvora y el polvo, entre el agravio
y el terror,
cercanos a la bandera ondeando de nostalgia
por lo que fue la patria apenas ayer, y por lo que
se perpetraba
en esos momentos interminables: Los defensores
de la nación dolorida, los salvaguardas de la paz
en llamas,
sin miedo a Dios e indiferentes a lo que cambia
por el bien de los demás, con afán en el abismo
de la perdición,
masacraban a los hermanos pobres por órdenes
del sistema disfrazado de decencia y pulcritud
‒los opulentos usando el dinero del pueblo
para alimentar a la muerte‒,
aquella noche en que los esbirros fueron apremiados
para apuntar y disparar contra quienes
nacieron y crecieron
en la escasez, estudiaban para llegar a ser los maestros
de los niños del campo, luchaban contra la deshonra
y la desdicha,
entendían su presente y su pasado, anhelaban la felicidad
de todos,
defendían sus ideas en la acción, para, finalmente,
alzarse en la victoria aplazada para cuando otros
concluyeran
lo que ellos prosiguieron con sus vidas.
Desde tiempos lejanos, el mundo es una enorme selva
donde los codiciosos, soberbios y voraces pretenden pasar
por los caminos de siempre, con la riqueza que
otros amasan
con su trabajo y esfuerzo diarios para no morir
de hambre.
Algún día esos hombres y esos imperios malvados
serán derruidos por el deseo milenario de justicia.
La historia es la experiencia del pueblo conocedor
de su destino final,
que, ante la infamia, ha de pugnar porque
los jóvenes
no sean el blanco del crimen, la carne de las agencias
de la muerte;
porque se levanten aquellos que esperan el porvenir
en sus estancias seguras; porque a los ambiciosos sin
límite les ganen
el honor y el decoro, para devolver lo que han robado
desde los tiempos de la sinrazón. La revolución
no es solamente un proyecto del pasado.
La injusticia brota cada día como hierba maligna.
Hay mucho por hacer.
La iniquidad es inmensa y la luz aguarda todavía.
(26 de septiembre de 2018).
*Virgilio Gonzaga es poeta, narrador y pintor. Egresado de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero. Autor de los libros Tiempo funeral (Juan Pablos Editor, 2015) y Bella estirpe o los ríos de la sed (Diablura Ediciones, 2017), entre otros
poemarios.
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