Las tijeras de Lotte Reiniger: Una pionera del cine animado

- Anitzel Díaz - Monday, 16 Jan 2023 06:06 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Desde su mesa del comedor, la cineasta alemana Lotte Reiniger creó los más fascinantes personajes de animación que perduran hasta el día de hoy. Siluetas minuciosamente recortadas que cobran vida mediante un meticuloso proceso donde se fotografía cada movimiento. Reiniger es la pionera del cine animado y 'Las aventuras del príncipe Achmed', el primer largometraje de animación que se conserva.

 

Charlotte (Lotte) Reiniger fue una cineasta alemana de vanguardia en los años veinte del siglo pasado. Creció en una familia de clase media berlinesa, lo que la llevó a codearse con la intelectualidad de la época. Desde pequeña mostró interés por el teatro, la música y el arte. Cuando era adolescente fue testigo del surgimiento del cine como espectáculo, se enamoró de las películas del francés George Méliès y del alemán Paul Wegener, a quien conoció en una conferencia sobre animación.

Reiniger comenzó su trayectoria en las artes desde el teatro. Muy joven, entró en el grupo de Max Reinhardt en Berlín, donde conoció a Wegener, actor y productor de la época, quien le dio su primer impulso: “Me vio recortando siluetas detrás del escenario en el teatro de Reinhardt y se interesó. Le gustaban mis siluetas; pensó que mostraban una rara sensación de movimiento. Después me presentó a un grupo de artistas que habían comenzado un estudio de cine.”

Siempre trabajó acompañada de su marido, Carl Koch, director y escritor, amigo y colaborador de Bertolt Brecht y Jean Renoir, a quien conoció en un estudio berlinés de animación experimental. En 1923, un banquero judío se convirtió en su primer productor y financió su primer largometraje; a cambio, Reiniger le dio clases a sus hijos. En 1926, después de tres años de trabajo, salió a la luz su película más famosa: Las aventuras del príncipe Achmed. Así como la leyenda cuenta que el teatro de sombras surgió en China a partir de un perfil proyectado por el sol que parecía animado, Lotte consolidó su leyenda con su personaje más entrañable: Achmed.

Con un par de tijeras, paciencia y determinación, Reiniger conquistó el espacio doméstico para declarar su autonomía. Siempre le interesó compartir sus conocimientos; en uno de los múltiples instructivos que publicó escribió: “¿Qué haría yo sin unas tijeras? Las tijeras juegan un papel muy importante en el negocio de hacer películas, si no fuera por ellas, ¿cómo podría expresarme?” Sus pequeños libros de instrucciones son fascinantemente subversivos, llenos de pequeños guiños feministas.

Hasta entonces no se había creado nada semejante en el mundo del cine. La cualidad de vida que presentaron las figuras, su belleza plástica, hicieron surgir distintas emociones en los espectadores. Lotte Reiniger y sus colaboradores inventaron nuevas y creativas maneras de utilizar efectos especiales, como manipular arena en un vidrio, para destacar los fondos de las escenas. Considerado por mucho tiempo como un oficio artesanal, actualmente la animación de siluetas goza del lugar que se merece en el mundo de las artes visuales. Su encanto reside en las imperfecciones de la manufactura hecha a mano. Después del príncipe Ahmed, Lotte hizo más de cuarenta películas.

“Contestando a pregunta que me han hecho una y otra vez, ‘¿cómo se mueven las figuras?’ La técnica de este tipo de película es muy sencilla. Las películas de siluetas se fotografían movimiento a movimiento. Primero en lugar de usar dibujos se emplean siluetas de marionetas. Estas marionetas están recortadas en cartón negro y plomo muy delgado. Cada miembro (del cuerpo) se recorta por separado y se une con bisagras de alambre.” Para cada segundo de película se toman veinticuatro imágenes individuales. Creadora incansable, dos años antes de morir realizó su última película, La rosa y el anillo.

A las mujeres creadoras de principios del siglo XX, aquellas que conquistaron su lugar en la historia desde la domesticidad de su ambiente, aquellas que persiguieron sin tregua su pasión, hoy se les califica de feministas. Y sí, quizá sin pensarlo pavimentaron el camino para las artistas de hoy. A Lotte se le reconoció su trabajo, pero de manera secundaria. Pasó mucho tiempo para que su nombre estuviera junto a los grandes cineastas de la historia.

En 2016, a manera de homenaje, en Google apareció una ilustración de Olivia Huynh alusiva a Reiniger. En el dibujo la artista aparece sentada en un escritorio recortando siluetas, labor a la que dedicó toda su vida.

 

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