“Lo primero que pienso es en la música” / Entrevista con Uriel Rodríguez Soto
- Edgar Aguilar - Sunday, 09 Jul 2023 08:35



–Iniciaste, como todos los músicos, muy joven tu formación musical, pero en particular la dirección de orquesta. ¿Es posible, desde una edad muy temprana, tener esta orientación?
–Es bastante curioso porque me pasó como a algunos directores en sus biografías que he leído. No pensé al inicio en ser director de orquesta, pues tocaba ya un instrumento. Lo que pensaba más era ser compositor. Entonces empecé a prepararme desde muy chico para componer, estudié mucha teoría, armonía, obviamente composición, todo lo que implica la materia. Lo que sí decía era, cuando componga mis obras me gustaría grabarlas y yo dirigirlas porque ya las conozco, y aparte realmente lo decía para no dar molestias a directores. Mejor yo las dirijo, más rápido, se graban y punto. Eso era lo más que pensaba como director. Pero en ese camino tuve un maestro, Carlos García Ruiz, director de orquesta, fundador de la Filarmónica de Chihuahua y director de la Facultad de Música de Ciudad Juárez. Platicándole mis inquietudes, y después de que me puso
a prueba por muchas cosas, accedió a darme clases, primero de análisis musical, de teoría, y después todo completamente en dirección de orquesta. Ahí fue donde empecé de una forma más seria a enfocarme en eso. Ya que conocí más del tema, dije, bueno, pues parece que todo apunta a que yo quiera hacer eso.
–¿Sigues componiendo?
–Creo que son de esas cosas que a muchos nos pasan: compongo algo y me cuesta mucho mostrarlo porque no me siento satisfecho con el resultado. Me falta definir muy bien cuál es la idea que quiero desarrollar para realmente sentarme y combinarla con la dirección de orquesta, y eso implica mucha demanda de estudio y de tiempo.
–¿Cómo crear un gusto hacia la música de concierto y, sobre todo, que persista ese gusto?
–Una forma es empezar con la música popular, que de alguna forma nos lleva a ello; por ejemplo, el blues, el jazz, el rock; de hecho, en el rock hay mucha influencia de la música barroca, digamos Bach, por ejemplo, que a veces hasta se dice de broma, si Bach estuviera vivo sería metalero, porque su música parece en realidad rock y es muy virtuosa. Igualmente Mozart, Beethoven tienen ese carácter. Si queremos entrar de manera directa a la música clásica, sugiero Beethoven. Beethoven es el primer compositor, el primer músico que escribe en el papel los sentimientos humanos, en específico sus sentimientos, lo que él vivía, lo que sentía, su vida no fue tan fácil. Cuando nosotros escuchamos a Beethoven siempre es contemporáneo, porque se conecta enseguida con las emociones humanas, y con eso cambia la historia de la música por
completo.
–Has escrito y publicado dos libros didácticos en relación con la música. El primero es un título muy elocuente, Mente, cuerpo y alma. Conceptos básicos sobre dirección orquestal, y el segundo es Anotaciones sobre la orquesta y sus instrumentos. ¿Qué te llevó a escribir estas dos obras?
–Lo que uno siempre busca, al menos en este tipo de libros técnicos, es intentar facilitar algo a los demás. Este primer libro, que es muy pequeño, una especie de guía, es como una introducción elemental al mundo de la dirección de orquesta; lo hice porque tengo alumnos en dirección, entonces me era más fácil, en vez de repetir muchas veces el mismo tema, invitarlos a que leyeran rápido esto para que estuvieran de alguna forma en sintonía, y después ya iniciar directamente el tema ya técnico; y eso lo hice para ahorrarles también a ellos tiempo, clases, y hasta dinero. El segundo libro, el de los instrumentos, se enfoca más que nada en los rangos sonoros de cada instrumento, e intenté involucrar tantos como me encontré, y sí hay bastantes, casi como doscientos instrumentos, incluso unos no conocidos o que ya se descartaron, como el caso del serpetón o el sarrusofón, instrumentos que hace años ya no se usan, o sí, como algo meramente histórico, para obras en específico. Hablo muy brevemente de cada uno, de su rango sonoro, y dentro de este rango cuál es el rango ideal para escribir para ese instrumento, o sea, el rango en el que no se va a esforzar el músico.
–Algo que llama mucho la atención de tu labor dentro de la difusión, son tus videos en Youtube, estás activo en redes sociales, muestras parte de tu proceso creativo y de trabajo, los recorridos que haces a la naturaleza, a las montañas, al pico de Orizaba… ¿Qué tan importante, como músico, es para ti mostrarte como persona, en tus gustos, en tu vida más cotidiana?
–Antes me costaba mostrar algo más personal. Como que guardaba mucho nada más lo musical y yo mismo decía que mi página sólo es la música y pues mi vida qué le va a interesar a la gente. Pero creo que las redes sociales hoy en día son muy importantes, tienen mucho impacto en cómo llegamos a cada público, y dentro de eso de pronto dije, es cierto, qué hay digamos detrás de cámaras, qué hago yo como persona también para hacer eso, y a final de cuentas me dije mi vida se conecta directamente con la música casi en todo; entonces comencé a publicar cosas más personales que forman parte de lo mismo. Eso de las montañas lo conecto muy directamente con la música; claro que la naturaleza me atrapa, me encanta. Cuando voy a las montañas nunca llevo música, no llevo audífonos ni nada, aparte por seguridad porque hay que estar atentos a cualquier cosa; no lo hago porque me gusta escuchar, como a veces digo, la sinfonía de la montaña. La verdad es que uno se inspira bastante. Entonces todo este andar, este proceso de llegar a la cima, se hace muy ameno con estos recuerdos, estas ideas, estos sonidos que se encuentran; la adrenalina también, porque a final de cuentas es un deporte extremo, uno tiene que estar muy concentrado, y la verdad también vivir estas experiencias de peligro, que ya me han tocado varias, lo primero que pienso es en la música. Quiero seguir haciendo música y me agarro y salgo y todo. Entonces empecé a compartir eso, porque me habría gustado incluso ver algunos músicos también qué hacían un domingo. Otra cosa muy personal por la cual publico muchas cosas, que ahorita lo comparto creo que por primera vez, es porque soy una persona que siempre está lejos de la familia, estoy en cierta forma muy lejos de los lugares en donde crecí; entonces es una manera también de socializar, de compartir estas emociones, y de alguna forma el público, los músicos, se han convertido en mi familia porque he estado más tiempo afuera con ellos que en mi propia casa con mis papás o con mis hermanos.
–¿Se vale también sonreír cuando se dirige?
–Bueno, ya me dio risa ahorita. Esto tiene que ver mucho con la personalidad, pero es verdad que en la vieja escuela, hablando al menos de los noventa para atrás del siglo pasado, que es cuando fallecen Karajan, Bernstein, se acaba la era del director como una figura de tirano; la misma orquesta era de músicos muy serios. Creo que esta imagen de seriedad, de autoridad, era necesaria en ese momento para mostrar confianza por parte del director. Hoy en día las cosas han cambiado. Las formas de liderazgo se han modificado e incluso las formas de enseñanza. En lo personal, yo disfruto la música, y si disfruto algo no me cohíbo, es una reacción natural. También hay un repertorio en el que se tiene que estar más concentrado. Pero sí, sí se vale sonreír