Retos y premios arquitectónicos: mercado en Bahía de Banderas, Nayarit

- Xavier Guzmán Urbiola - Sunday, 01 Oct 2023 11:12 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
La construcción de un mercado, en este caso en Bahía de Banderas, Nayarit, supone varios retos que el proyecto arquitectónico y la realización del edificio deben contemplar y resolver. El arquitecto Matías Martínez, la Coordinación de Vinculación de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y SEDATU trabajaron juntos para llevarlo a cabo. He aquí el resultado.

 

Uno de los problemas estructurales del país es la falta de planeación que, con el desperdicio de recursos de administraciones anteriores, han hecho que en infinidad de ciudades y poblaciones se hallen infraestructuras mal construidas, carentes de vinculación con su entorno, con deficiencias de equipamiento e improvisadas, mismas que debiendo ordenar, deforman las ciudades y poblaciones donde se encuentran.

Eso sucedía en un solar de 30 mil metros en Bahía de Banderas, Nayarit. Ahí convivían una cancha de futbol, otra de beisbol y una más de basquetbol, pero sin las dimensiones reglamentarias, tribunas, servicios, además de 10 mil metros de reserva territorial y, aunque el conjunto se encuentra a cuatro cuadras de la playa, para colmo, alguien lo bardeó. Ajustar las dimensiones del equipamiento deportivo, demoler los tapiales, dotarlo de sombras, asientos, baños y andadores, fue para el arquitecto Matías Martínez “como coser y cantar”.

El reto era transformar ese grupo de canchas en un centro de barrio enriqueciendo su oferta con un edificio para el abasto de la colonia. Un mercado público debe tener una óptima ventilación e iluminación, estacionamientos y zonas de acceso y salida de mercancías separadas del ingreso de los compradores. Es deseable que los refrigeradores comunes y espacios de lavado estén alejadas de las mercancías secas y todo debe construirse con materiales de uso rudo, fácil limpieza y previendo un escaso mantenimiento. ¿Cómo armonizar esos requerimientos bajo una cubierta?

Martínez desarrolló el proyecto del mercado en colaboración con la Coordinación de Vinculación de Facultad de Arquitectura de la UNAM y SEDATU. Es un edificio con una planta de 60 por 57 metros, que define las áreas húmedas (cerca de la carga, descarga y refrigeración en un costado del gran cuadrado), semihúmedas (al centro), y secas en el extremo opuesto, pero rodeado por los puestos de comidas, en las tres fachadas restantes, donde colocó una generosa marquesina.

La cubierta para iluminar y ventilar es lo más singular, pues se trata de una estructura metálica con robustos pilares, bajo los cuales se ordenan cuatro locales, de ciento veinte en total. Los paraguas que parten de cada apoyo se forman con cuatro de 15 por 15 centímetros en las columnas, de 20 en los perfiles tubulares de los largueros del paraguas, y 7.5 en las trmas en los mantos interiores. Estos se cerraron con cuarterón artesanal de barro del lugar de 24 por 48 por 2 centímetros. La altura interior, hasta el arranque de los paraguas, es de 3.20 y todos se inclinan en un costado para formar un fabril diente de sierra, que deja generosas ventanas para el paso de aire y luz, pero se combinan con lubers o persianas rígidas, ambos de 1.80 por 2.25. Por el exterior, cada larguero de la cubierta dejó unas pestañas para calzar los cuarterones, evitando su movimiento, y sobre ellos se colocó una malla electrosoldada, una cama de 5 centímetros de concreto e impermeabilizante.

La arquitectura que se asume como responsabilidad social aspira a ofrecer un orden a su entorno. Durante años, los centros de nuestras ciudades o barrios fueron definidos por el palacio de gobierno, la iglesia, la escuela o el mercado. Hace cincuenta años fueron desplazados por centros comerciales que aspiran no a ordenar áreas, sino a crear barrios correlativos excluyentes regidos por la compraventa. Con este mercado público, en cambio, el resultado no podía ser más atractivo. El barro rojizo en los cierres de las cubiertas, muros y celosías sólo se interrumpe con la negra trama metálica de las cubiertas y el gris del cemento pulido en pisos y mostradores.

Por su formalidad, pero más aún por el impacto social y el orden que el conjunto ofrece a una zona de Bahía de Banderas, obtuvo una mención honorífica en la Bienal de Arquitectura de CDMX del Colegio y Sociedad de Arquitectos en 2021 y la Medalla de Plata de la Bienal Nacional de Arquitectura de la Federación de Colegios de Arquitectos de México en 2022 l

 

 

 

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