Cuatro décimas / Ricardo Yáñez
- Ricardo Yáñez - Sunday, 14 Jan 2024 10:51



1
El corazón me latía
más fuerte que de costumbre.
Su latido era de lumbre, una lumbre
que reía
sin aspaviento ninguno.
Su reír era oportuno
y provenía de alegría
y de cierta certidumbre.
Reía desde mansedumbre
que de sí todo sabía.
2
Arde en mi pecho una flor
que es también como un venero
y también como agorero
pájaro más que cantor.
De oro es también surtidor
y de plata resonante.
Algo tiene de diamante
y de ensueño que es visión
muchísimo. Y es canción
que camina el caminante.
3
Me dormí bajo un ciruelo
florecido y ocurrió
que allí un pájaro cantó
y descendió hasta mí el cielo.
Dormí, dormí, en un desvelo
que dentro de mí algo abrió,
un castillo o qué se yo,
acaso sólo un abismo,
mas desde entonces yo mismo
soy quien soy. Digan si no.
4
Si pudiera ser el viento
que sobre el fuego camina
o la tierra vespertina
o el arroyo que con tiento
por el paisaje se va,
baja, cae, cielo es quizá;
si pudiera, si pudiera…
Bueno fuera, mas no puedo
(¿o ya pude?). Aquí me quedo.
Lo que sé, pico de cera.