Tomar la palabra

- Agustín Ramos - Sunday, 24 Mar 2024 11:37 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Abajo firmantes

 

Cierta vez, en otros tiempos (y muy buenos otros tiempos que eran), hubo un cochinito (oinc) que seguía el caminito contado por los Fuentes y los Paz. El cochinito siempre es fiel. A veces más gesticulador que voraz, otras veces al revés, menos plagiario que falsificador, más santurrón que hipócrita y –en resumen– más o menos ratero y más o menos mendaz pero asesino sólo (y solitario) en casos estrictamente urgentes… Si de callar va la cosa compone sinfonías de silencio: “Hoy fue un día soleado”, “Echeverría o el fascismo”, “Disputar la nación”, “AMLO es un peligro para México”, “La verdad histórica”… Cuando de palabras se trata, fiel a su sino de reencarnar en porro pacista o en currutaco fuentero, conserva poder amplio y bastante para argüir y redargüir cuanta acusación o prueba en detrimento de Su Democracia se presentare: “El sexenio más sangriento”, “Narcopresidente, narcocandidata”, “Se le va a caer el país”. Pero si mentir se le da bien, se le da mejor firmar abajo desplegados vergonzosos, cada vez más vergonzosos, cada vez más abajo.

Aspiraban a ser manifiestos pero ni a desplegados llegaron. El primero de sus panfletos pudo ser el del 3 de agosto de 2006, que expresaba lo siguiente: “La coexistencia de la pluralidad reclama la defensa de las instituciones de nuestra democracia.” Pero su única y exclusiva finalidad era justificar el fraude electoral con el que “haiga sido como haiga sido” Felipe Calderón usurparía la presidencia… El 17 de septiembre de 2020 el objetivo del panfleto, que se titulaba “En defensa de la libertad de expresión (esto tiene que parar)”, consistía en apoyar a Héctor Aguilar Camín cuando la Secretaría de la Función Pública le descubrió un chanchullo.

Otro panfleto, “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia”, constituyó el núcleo de la campaña para que los partidos contrarios a Morena se presentaran en bloque a las elecciones de 2021… Y el difundido el 9 de agosto de 2023, apoyado en la etiqueta “No a los nuevos libros de texto”, llama “Al pueblo de México” denunciando que “El gobierno federal está a punto de consumar un nuevo crimen contra la nación”. Empero, el auténtico móvil del panfleto era la furia de los editores privados que perderían un negocio multimillonario cuando los libros de texto gratuitos volvieran a imprimirse en los Talleres Gráficos de la Nación. Y por último, como presagio del máximo ridículo que estaban por suscribir, el seguimiento a una denuncia por daño moral contra Carlos Loret de Mola y la difusión del teléfono que una corresponsal había adjuntado a su perfil público en las redes, suscitaron el clamor contra “los acosos del poder” que propician “autocensura”, así como una “Carta de apoyo a quienes hacemos periodismo en México”, fechada el 28 de febrero pasado.

Sin embargo, el panfleto más ilustrativo es el del 11 de marzo reciente, en el que los abajo firmantes exigen “Equidad en los medios”. ¿Para qué, para quién? Para que en los horarios de mayor audiencia en radio y en los canales estelares de la televisión se dé mejor trato a… ¡Xóchitl Gálvez! Porque según su “análisis factual”, la privilegiada en estos medios es Claudia Sheinbaum. ¡Cómo se nota que ni por equivocación ven tele ni escuchan radio y que ni para leerse entre sí abren los periódicos! Y no es por casualidad que, días antes, uno de quienes lo signaron, Jorge G. Castañeda, convocara en Nexos y en Televisa a lanzar una verdadera guerra sucia contra Claudia y contra AMLO, guerra con todo, más sucia todavía. Así, tras su apariencia civilizadamente admonitoria, este infame libelo es otra mancha, tanto o más vergonzosa que las antiguas mentiras abajo firmadas. Oinc l

 

Versión PDF