1931-2024 Alice Munro: entre la intimidad y lo cotidiano

- Alejandro García Abreu - Sunday, 26 May 2024 08:37 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
La magistral autora de relatos breves Alice Munro (Wingham, Ontario, 1931-Port Hope, Ontario, 2024) murió el pasado 13 de mayo a los noventa y dos años de edad. Fue distinguida con el Premio Nobel de Literatura 2013 por ser una “maestra del cuento contemporáneo”, según el jurado.

 

La trayectoria

Alice Munro publicó Danza de las sombras (1968), La vida de las mujeres (1971), Algo que quería contarte (1974), ¿Quién te crees que eres? (1978), Las lunas de Júpiter (1982), El progreso del amor (1986), Amistad de juventud (1990), Secretos a voces (1994), El amor de una mujer generosa (1998), Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001), Escapada (2004), La vista desde Castle Rock (2006), Demasiada felicidad (2009) y Mi vida querida (2012).

Los colaboradores de Nobel Prize constataron que el padre de Munro fue criador de zorros y visones y que su madre fue maestra. Munro comenzó a escribir cuando era adolescente. Estudió en la Universidad de Western Ontario y trabajó como empleada de la biblioteca. Después de casarse, se mudó con su esposo a Dundarave, West Vancouver, y se mudó nuevamente en 1963 a Victoria, donde la pareja abrió una librería. Desde finales de la década de 1960, Munro se dedicó a escribir. Tuvo dos hijas con su primer marido.

Dedicó su carrera literaria casi exclusivamente al género del cuento. Creció en un pequeño pueblo canadiense: el tipo de entorno que a menudo sirve de telón de fondo para sus cuentos. Contienen toda la complejidad épica de la novela en tan sólo unas pocas páginas. Los temas subyacentes de su trabajo fueron problemas de relaciones y conflictos morales. El vínculo entre la memoria y la realidad es otro tema recurrente que utilizó para crear tensión. Con medios sutiles, fue capaz de demostrar el impacto que acontecimientos aparentemente triviales pueden tener en la vida de una persona.

 

La fragilidad, el afecto y la pasión

Se refirió al “insólito golpe de la desgracia”, ahondó en los problemas cardiacos de un personaje –Sara–, deliberó sobre las personas que esgrimen ocupaciones urgentes, plasmó la importancia del envío de cartas, se expresó sobre la búsqueda de “una nueva vida.” La fragilidad, el afecto y la pasión también fueron sus temas. Algunos personajes hablan del enigma de la muerte, otros fallecen por causas disímiles –se describen el asesinato y el accidente, las aflicciones y los padecimientos, el dolor y la angustia.

Munro caviló sobre la creación y el mundo literario en sus cuentos –ejercicio autorreferencial e imprescindible–, dijo que la narración le parecía esencial desde su juventud y que su anhelo era que sus relatos inquietaran: “deseo que la gente disfrute con mis libros, que los vea de algún modo relacionados con sus vidas.” Expresó: “Quiero que mis cuentos conmuevan a las personas, no me importa si son hombres, mujeres o niños. Quiero que mis cuentos cuenten algo sobre la vida que haga que la gente diga: ‘¡No, eso no es verdad!’, pero sentir una especie de recompensa de la escritura, y eso no significa que tenga que haber un final feliz, sino simplemente que todo lo que cuenta la historia conmueva al lector de tal modo que cuando haya terminado sienta que es una persona distinta.”

Escribía “siempre en momentos concretos, mirando el reloj, cuidando de las niñas, preparando la cena.” Aseveró: “yo nunca he pensado en la escritura como en un don, simplemente creía que era algo que podía hacer si me esforzaba lo suficiente.”

Javier Marías destacó “su perfecto dominio del género del relato, su extraordinaria capacidad de observación de lo cotidiano y sus paradojas, y su magnífica creación de personajes femeninos, en apariencia corrientes pero de enorme profundidad, en el marco a menudo rural o semirrural de su región natal, Ontario, a la que a veces ha logrado dotar de una dimensión equivalente a las ficticias regiones de William Faulkner y de Thomas Hardy, Yoknapatawpha y Wessex respectivamente.”

 

El abandono de la literatura

Todo queda en casa. Cuentos escogidos es una antología de los mejores relatos de Alice Munro elaborada por la propia autora como despedida de su quehacer. Es un volumen publicado en 2014 que incluye veinticuatro cuentos, como “La vista desde Castle Rock”, “Trabajar para ganarse la vida”, “Ayuda doméstica”, “Mi casa”, “Dimensiones”, “Madera”, “Juego de niños”, “Demasiada felicidad”, “Llegar a Japón”, “Amundsen”, “Tren”, “El ojo” y “Vida querida”.

En una entrevista con Stefan Åsberg realizada en 2013 –cuyo motivo fue la obtención del Premio Nobel de Literatura– la autora canadiense confesó: “Sí. Bueno, dejé de escribir, ¿cuándo fue?, hará cosa de un año; pero ésa fue una decisión, eso fue porque no quería escribir y no me veía capaz de hacerlo; decidí que quería comportarme como el resto del mundo. Porque cuando escribes haces algo que los demás no saben que haces, y en realidad no puedes hablar de ello, siempre estás buscando tu camino en ese mundo secreto, y luego haces otra cosa en el mundo normal. Y estoy un poco cansada de eso, lo he hecho toda mi vida, absolutamente toda mi vida.”

Se trató de la ceremonia del adiós.

 

 

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