La otra escena

- Miguel Ángel Quemain | [email protected] - Sunday, 07 Jul 2024 08:49 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Noyollo Opus 52, un corazón compartido

 

Fernando de Melo y Danza visual conjuntan una serie de colaboraciones entre músicos, cantantes y bailarines para ofrecer uno de los espectáculos más interesantes que se presentarán en México este año, Noyollo Opus 52, para mostrar en qué consiste la imaginación, el diálogo y la conjunción entre artistas de formaciones y latitudes distintas que insten en presentar una producción que sólo puede tener lugar como parte de un esfuerzo artístico e institucional de conjunto. Las condiciones de producción que van desde la factura, hasta el transporte y su instalación en teatros que han hecho un espacio en su programación para que el acontecimiento escénico tenga lugar, y que han retribuido económicamente a ejecutantes de la más alta calidad, es un logro imposble sin la insistencia de sus creadores.

Fernando Melo ya había estado aquí en 2014, en un Festival Cervantino en colaboración con un grupo de origen maya, con un trabajo muy interesante que se desarrolló en Guanajuato con comunidades originarias y rurales. Se llamaba Tumakat’T alrededor de un tema de diversidad transfronteriza que elaboró Melo a partir de un recorrido muy sugerente a través de una de las calles más interesantes y multiculturales en Río de Janeiro.

Melo formó parte del grupo Danza Opera Teatro de Gotemburgo en Suecia, creado para recibir a los más imaginativos y audaces creadores de las artes escénicas del mundo, bajo la idea de romper fronteras y sumar formaciones muy heterodoxas en recursos escenográficos, musicales y de iluminación que hacen de sus espectáculos verdaderos actos de sorpresa.

Danza visual, formada por Patricia Marín y Leonardo Beltrán, ha hecho posible esta complicidad y el acuerdo que permite crear con soltura un universo de gran riqueza artística y conceptual que se presentará este próximo 10 de julio en el Teatro Esperanza Iris, con la voluntad de no ser flor de un día y continuar a finales de julio en el Cenart y principios de agosto en Puebla.

Ahora son los artistas con proyectos interesantes quienes permiten que el proyecto cultural avance. El proyecto cultural de la 4T es un remedo triste de los momentos célebres del priismo cultural. Sin embargo, tampoco se puede despreciar, a pesar de un centralismo (aceptado en coro en más de 20 estados que reciben con una alegría maoísta sus recortes presupuestales para “hacer más con menos”) concentrado en lo decorativo.

Tal vez ante la falta de liderazgo e ideas propias de la titular de Cultura, le rendirán homenaje de fin de sexenio al pasado, a quien consideran el “creador” (sic) del Cenart. Insisten en tratar de convencernos de que es una especie de Vasconcelos reencarnado. Veremos qué clase de cercanía construye Sheinbaum con la distancia que puso AMLO con los artistas e intelectuales que le provocan tanta desconfianza: una gran parte de ese grupo de artistas e intelectuales creyeron en las posibilidades que veían en Xochitl y se aglutinaron en torno a burócratas culturales del pasado prian. Tendrán que esperar seis años más si no es que Claudia se “reconcilia” antes.

No es extraño ese recelo si pensamos que el “ambiente cultural” que nos han impuesto es una construcción generada a partir del cacicazgo alrededor de personajes, grupos y publicaciones culturales, resultado del apapacho salinista que desprecia el presidente y que funcionan a manera de puertas giratorias para circular de modo alternado en todos los espacios públicos, incluidos los privados y los universitarios.

No confundir política cultural con los logros del programa gubernamental dirigido a jóvenes con docentes y artistas de gran calidad profesional y humana, sobre todo en espacios “no profesionales” (los Faros, Casas de cultura, Jornadas culturales en parques) que ha evidenciado la necesidad de reconocer, dignificar y proteger a los profesores, gestores y talleristas que han trabajado por honorarios precarios durante décadas sin prestaciones.

 

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