Biblioteca fantasma

- Evelina Gil - Sunday, 28 Jul 2024 09:31 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
El Fénix de Tijuana

 

Luis Humberto Crosthwaite (Tijuana, 1962) me recuerda mucho al argentino César Aira, por el humor (y autohumor) que despliegan sus historias. También porque los percibo como autores jóvenes a perpetuidad o, en su defecto, que envejecen muy bien. En el caso concreto de Crosthwaite, su última publicación, la novela Tijuana: crimen y olvido, se remonta a 2010, y después no volvimos a saber de él. Se borró de Facebook y, aunque la ausencia duró solo un par de años, sus amigos y seguidores advertimos con tristeza su intención de no retomar la escritura. Y de pronto, una calurosa mañana de junio, me topo en una mesa de novedades con El último show del elegante Joan (Random House, México, 2024). No faltará quien me tache de ridícula pero grité del gusto.

Aunque se trata de una colección de doce relatos largos, contando la “Carta abierta” que abre el volumen y a la que volveré más adelante, experimenté la sensación de que, más allá de narrar con el ingenio de siempre, estos textos contienen, a manera de clave, las razones por las que el autor tijuanense soltó la toalla por varios años. A partir de la mismísima dedicatoria, “para Karla Rojas Arellano”, desarrolla una pequeña historia de calidad cinematográfica: “Porque (Karla) me halló en un puesto de chácharas y se dedicó a repararme. Arregló, calibró, engrosó, cambió el aceite viejo [...] Y tras observar en mí un nuevo brillo, una nueva vitalidad, decidió regresarme al mundo de los objetos útiles.”

Optar por interrumpir la escritura tras consagrarse a ella prácticamente desde la adolescencia (estamos ante un autor precoz que comenzó a labrarse un nombre a los veintipocos con el estupendo libro de relatos Marcela y el rey al fin juntos), y sacarla de tu vida como si nunca hubiera existido (los invito a desentrañar los posibles motivos a través de la lectura de estos brillantes textos) tiene graves consecuencias. Cuesta mucho trabajo retomar el oficio. Y a eso atribuyo la simpática “Carta abierta de los miembros del Ilustrísimo Sindicato Mundial de Personajes Ficticios” que protesta contra este escritor que se ha dado el lujo de reescribirlos hasta la explotación. Esta “Carta...” encuentra eco en el apoteósico relato “Novela”, en la que un profesor de literatura recién abandonado por su mujer, y al que para colmo corren injustamente de su mal pagado empleo, se topa con un enigmático anuncio donde se solicitan personajes para novela por un buen sueldo. Él se suma a una serie de candidatos que no parecen encontrar nada anómalo en dicho empleo, y a través de este relato pleno de acción y aventura, el autor parece recrear una metáfora del acto de escribir una historia. “Nuestras vidas pertenecían al autor de la novela, donde quiera que se encontrara. Más valía resignarnos.” En otro relato, “Video”, recurre a la llamada autoficción para presentar un relato que, según mi personal lectura, explora aquella decisión de nunca más volver a escribir. El propio Crosthwaite aparece como un “cerillo” de la tercera edad en quien unos jóvenes lectores reconocen a su autor favorito, retirado de la literatura. El señor se niega con vehemencia ser “ése” con quien lo están confundiendo, pero en estos tiempos resulta imposible escapar al celular que te videograba cuando te distraes y tiene el poder de requisarte del anonimato para siempre. Es tierno que tus fans pretendan “resucitarte”. Pero muy cruel que exhiban tu decadencia.

El relato más conmovedor es el que da nombre al título del libro, donde un cantante que imita al fallecido ídolo del pueblo en un bar de poca monta inicia una especie de romance platónico con una misteriosa clienta que no se pierde una sola de sus presentaciones. El falso Joan no se atreverá a dirigirle la palabra sino hasta que ocurre algo inesperado y trágico. Crosthwaite es, además, un excelso creador de atmósferas. Es también un experto en localizar una pepita de ternura en medio de sórdidas circunstancias. Bienvenido de regreso.

 

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