Bemol sostenido

- Alonso Arreola | Redes: @LabAlonso - Monday, 26 Aug 2024 06:51 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
King Crimson. Elefante y memoria

 

Este nuevo cuarteto se puso el nombre de BEAT. Dos de sus miembros ingresaron a King Crimson en 1981 para cambiar y refrescar el rumbo del mito con tres discos emocionantes: Discipline, Beat y Three of a Perfect Pair. El tercero en el grupo es reconocido por su carrera con Tool, grupo señero del metal progresivo. El cuarto elemento es un guitarrista legendario, idolatrado por su virtud en los calabozos del heavy metal. Dos de ellos tocaron con Frank Zappa. Tres han abordado el repertorio de Robert Fripp que hoy nos ocupa. Para alguno será la primera vez sonando con el resto... Evaluando sus credenciales, empero, no sabemos si queremos verlos en vivo para celebrar cuatro décadas de ese período tan especial. ¿De quiénes hablamos?

Tony Levin (bajo, stick), Steve Vai (guitarra), Adrian Belew (voz, guitarra) y Danny Carey (batería) son nombres que resuenan en la catedral de la creatividad, reconfigurando nuestro entendimiento experimental. Acostumbrados a ensambles de interdependencia rítmica en los que nadie hace lo mismo, los cuatro se internan en la sofisticación polimétrica, melódica y armónica de una manera que hizo escuela. Paro vayamos por partes.Tony Levin no se limita a acompañar desde las cuatro cuerdas. Conocido por su sensibilidad al lado de Peter Gabriel, resalta siempre con autonomía mas sin abandonar la profundidad de su pulso, minimalista y monumental.

Steve Vai, por su lado, fue discípulo de Joe Satriani y, aunque no formó parte de King Crimson en ninguna etapa, la influencia de Robert Fripp provino de su acercamiento a la League of Crafty Guitarists, de la cual absorbió la precisión y la filosofía que el británico promovía. Puede sorprenderse con sus guitarras de múltiples brazos, o yéndose más atrás a sus tiempo con Alcatraz.Adrian Belew se cuece aparte. Tras girar con Talking Heads, David Bowie y, sí, con Frank Zappa, entre incontables más, este expresivo cantante y guitarrista ostenta un sentido del humor y desempeño escénico que le permiten ensayar los solos más extremos y plásticamente abigarrados, para acto seguido ponerse a bailar con una sonrisa aniñada, cautivadora.

Finalmente, ya lo decíamos, está Danny Carey, alquimista en la sección rítmica de Tool. Baterista adecuado para un repertorio que exige control y concentración sobre redes de rigor obsesivo, ha tenido participaciones en directo con proyectos hermanados por la misma república estética, como Rush o Primus.

En fin. Luego de pasar lista parece obligado atender a su concierto cuando la gira estadunidense ‒cuyo listado crece a pasos agigantados‒ anuncie su visita mexicana. Pero no estamos seguros, lectora, lector. Nosotros pudimos disfrutar el peso de King Crimson en sexteto (con su “doble trío”), así como en cuarteto y con su más reciente encarnación a tres baterías.

En la última ocasión el entusiasmo se nos apagó súbitamente. Lo que la genialidad de Robert Fripp erigió en las grabaciones y presentaciones sobre el escenario, también lo erosionó su errático comportamiento con quienes le ayudaron a crear estos notables mundos sonoros. Asimismo, son demasiados los homenajes y tributos que sus exmiembros pusieron a rodar a lo largo de los años, abordando su cancionero con mayor o menor suerte.

Algo nos dice que la música no tiene la culpa. Que debemos dejarnos de prejuicios para darles una oportunidad a estos probados talentos que tanto han definido el pulso de nuestro corazón. Ya veremos. La idea de presenciar en vivo, una vez más, piezas como “Frame By Frame”, “Thela Hun Ginjeet”, “Sleepless” y, claro, “Elephant Talk”, se nos presenta como una fuerza de atracción insoslayable. En el mismo sentido: la idea de participar en un aquelarre de “covers” nos repele. No deseamos fracturar la memoria... Pero bueno… it’s only talk... Arguments, agreements. Advices, answers… It’s only talk… Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

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