Artes visuales

- Germaine Gómez Haro | [email protected] - Sunday, 20 Oct 2024 09:12 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Gráfica mexicana a la vanguardia en Nueva York

 

Sobre la señorial fachada del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) destaca un enorme y atractivo cartel rojo con figuras en negro en el que leemos en letras amarillas: Mexican Prints at the Vanguard (Gráfica mexicana a la vanguardia), título de la exhibición que el museo neoyorquino dedica a uno de los capítulos más interesantes del arte moderno de nuestro país. Me provoca una profunda emoción que una de las instituciones más importantes del orbe ponga en alto la producción gráfica mexicana de contenido político que fue y sigue siendo un registro visual fundamental para entender el devenir histórico y social de la primera mitad del siglo XX en nuestro terruño. Se trata del rescate de un acervo nunca antes estudiado y poco exhibido que a partir de esta iniciativa se considera una de las joyas entre las colecciones de este gran museo. La muestra está integrada por una selección de 135 obras de la colección de alrededor de dos mil grabados mexicanos. Abarca aproximadamente de 1740 a la década de 1950, y el curador del Departamento de Dibujos y Grabados del Met, Mark McDonald, se ha dado a la tarea de estudiar y catalogar acuciosamente, y está a la disposición del público en el sitio web del museo.

El origen de esta colección se debe a la iniciativa de Jean Charlot (1898-1979), pintor nacido en Francia que vivió y trabajó en México y Nueva York. Así lo expresa el curador: “Charlot estuvo relacionado con The Met de tres maneras: como un generoso donante de su propia obra y de la de otros artistas, como una voz que alentaba a que los artistas donaran sus propias obras, y como agente del museo, que compraba arte mexicano en su lugar de origen.” La muestra es cautivadora por los mensajes plasmados en carteles, volantes y estampas por los mejores artistas de la época comprometidos con la construcción de un país moderno a través de un programa político democrático que buscaba educar a la población a través del arte. Son incontables los creadores que emprendieron esta saga que tuvo sus orígenes en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) fundada en 1933, y a partir de 1937 en el Taller de la Gráfica Popular (TGP) que, bajo la dirección de Leopoldo Méndez, reunió al más importante, variopinto y longevo colectivo de grabadores.

La exhibición da inicio con dos grabados del siglo XVIII impresos sobre seda, uno de de Baltasar Troncoso y Sotomayor, y el otro de un autor desconocido, así como la emblemática Vista de la Plaza de México (1796) de José Joaquín Fabregat, seguido por otros ejemplos del siglo XIX de la autoría de Gabriel Vicente Gaona (Picheta) y Buenaventura Enciso. Parte plaza en esta sección el “padre” del grabado mexicano, José Guadalupe Posada, cuyas calaveras han dado la vuelta al mundo como vivo retrato satírico y descarnado de la cultura popular mexicana. El núcleo central de la exhibición conformado por la gráfica postrevolucionaria despliega temas variados, como la crítica ácida al imperialismo y el fascismo, el apoyo solidario a la Guerra Civil española y a la Unión Soviética, la exaltación a los movimientos agrarios y magisteriales, así como escenas de la vida rural mexicana en estampas de esencia popular a través de una pléyade de renombrados artistas, entre ellos los llamados Tres Grandes: Rivera, Orozco y Siqueiros; y además Rufino Tamayo, Xavier Guerrero, Gabriel Fernández Ledesma, Carlos Orozco Romero, Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins, Francisco Díaz de León, Alfredo Zalce, Miguel Covarrubias, José Chávez Morado, entre muchos otros. Cabe mencionar que el TGP contó con la participación de un buen número de artistas mujeres, aunque en esta muestra sólo están presentes María Marín de Orozco, Mariana Yampolsky y Lola Cueto. Si bien el muralismo forma parte de un capítulo relevante de la historia del arte universal, la gráfica mexicana también juega un papel preponderante, como bien lo muestra esta magnífica exhibición.

 

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