La flor de la palabra
- Irma Pineda Santiago - Saturday, 26 Oct 2024 08:53
Un camino que no deja de curvear, cascadas como velos blancos que aparecen entre las montañas contrastando con el verdor que las recubre. Así nos recibe el territorio totonaco en la sierra norte de Puebla, donde dicen que el agua canta, baila y habla. Viajo con un equipo de investigadores encabezado por el doctor Francisco López Bárcenas y la doctora Briseida López Álvarez, quienes desde hace algunos años acompañan a las comunidades en sus procesos de cuidado del agua, y ahora vienen con la misión de entregar uno libro que ellos mismos gestionaron para que fuese publicado por el Colegio de San Luis y el CONAHCY. Se trata del título Slaksamajan Chuchut.
Slaksamajan Chuchut, en totonaco, significa “las hijas del agua”, y se publica como memoria del encuentro de mujeres indígenas defensoras del territorio realizado el año anterior, 2023, en la comunidad de Lipuntahuca, Huehuetla. Este libro, coordinado por la joven estudiante de mastría Ana Karen González, reúne veinte textos distribuidos en cuatro partes: la organización del encuentro; las experiencias en la defensa del territorio; dialogando en comunidad y reflexiones finales, que nos comparten las experiencias y propuestas de mujeres que viajaron desde diversos puntos, como Campeche, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México y otras comunidades de Puebla, para compartir y aprender unas de otras acerca de los procesos para la defensa de sus elementos naturales que, para ellas y sus pueblos, no son solo “recursos”, sino parte de su propia vida: “Nosotros no miramos el agua como un signo de pesos ¡Es la sangre de nuestra madre tierra! ¡Es el fundamento de los pueblos! ¡Es un ser viviente que da vida! ¡Es sagrada y espiritual!”
En este libro-memoria encontramos de manera potente la voz de las mujeres indígenas que se reúnen para tejer resistencia y para dejar testimonio de sus luchas y las tragedias vividas, para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de la tierra, del agua, del aire y todo lo que nace de esos elementos cuando se juntan, que son alimento para el cuerpo y para el espíritu, porque no se puede estar en y con la naturaleza si no se comprende su lenguaje y su sentido espiritual y cosmogónico. Por ello, no es casualidad que el primer texto de esta publicación sea “Chuchutsipit”, palabra que para los totonacos representa su pueblo, su territorio, que son los montes, el agua y la comunidad. Esta palabra también habla de la profunda conexión de la gente actual con sus antepasados y refleja la sabiduría que resguardan los pueblos originarios.
En las páginas de Slaksamajan Chuchut las mujeres cuentan cómo aprendieron primero a defender el propio cuerpo-territorio, cómo aprendieron a hablar en voz alta, pues el poder y el sistema patriarcal las había mantenido en silencio. Aquí se comparten las historias de organización para detener una hidroeléctrica y una empresa embotelladora que dejarían sin agua a la comunidad; cuentan cómo estas luchas las llevaron a enfrentarse a los caciques locales, a la policía privada o a la guardia nacional. También podemos leer acerca de las propuestas para crear traspatios integrales y comer de manera saludable; para cuidar a las abejas como una forma de cuidar la tierra; para aprovechar el agua de la lluvia donde los sistemas de agua potable no llegan. De igual manera, en estas líneas, conocemos los cuestionamientos sobre situaciones legales, como el hecho de que las mujeres no siempre pueden ser dueñas de las tierras, aunque sean ellas quienes las trabajan.
Este libro cierra compartiendo la idea de que el agua es sagrada, no sólo porque nos da vida, sino porque también es parte de nuestra memoria e historia. Como actualmente está afectada y amenazada en casi todo el país por la sobreexplotación, la contaminación y el maltrato, las comunidades y pueblos indígenas se organizan para cuidarla y defenderla, para que podamos seguir escuchando su canto.