Artes visuales
- Germaine Gómez Haro | [email protected] - Sunday, 01 Dec 2024 08:57
Dr. Lakra (Jerónimo López Ramírez, 1972) se dio a conocer como tatuador profesional, oficio que desarrolló con gran maestría, al grado de convertirse en un destacado artista del género, reconocido más allá de nuestras fronteras. Su impecable manejo de la línea y el color, aunado a un inagotable espíritu explorador lo llevó a dar el paso de la piel humana como lienzo a otras superficies tanto convencionales como alternativas. Su fascinación por recorrer mercadillos y coleccionar objetos vintage lo conectó con la cultura popular, especialmente la de mediados del siglo pasado, para conformar una iconografía muy personal que entrevera toda suerte de referencias y fetiches. Hace un par de décadas irrumpió en la escena del arte contemporáneo con sus dibujos y collages intervenidos sobre imágenes de pin ups de las revistas de los cincuenta, cómics, ilustraciones científicas de anatomía, litografías antiguas de retratos de personajes históricos, juguetes de plástico, collages, todo esto trastocado en imágenes irreverentes y provocadoras que resultan divertidas, porque están sustentadas por un humor negro a la vez muy fino. La ironía y el sarcasmo son dos de sus herramientas principales para hablar con total desparpajo de un mundo en el que convergen las referencias históricas y antropológicas provenientes de diferentes épocas y civilizaciones, apelando a un anacronismo histórico, en fusión con las expresiones crípticas de la contracultura. Sus obras ‒una especie de melting pot que resulta tan desconcertante como atractivo‒ a un tiempo seducen y repelen, resultan fascinantes o repugnantes pero no dejan indiferente al
espectador.
Actualmente se presenta en la galería Kurimanzutto la exposición Tupi or not Tupi, integrada por diversos cuerpos de obra que en su conjunto ofrecen una clara idea de lo que ha sido su quehacer artístico en los últimos años y revelan su continuidad: pintura, escultura en diversos materiales ‒cera, fibra de vidrio y una pieza inédita en mármol de Carrara‒ y una serie de jarrones de cerámica que fusionan la estética oriental que ha estudiado profundamente y sus conocidos elementos dark. La pieza central de la muestra es la pintura mural de gran formato titulada Los más corrientes del Pacífico, inspirada en los mapas del Pacífico de Miguel Covarrubias (1904-1957) que Lakra revisitó para crear un magnífico registro histórico de la tradición del tatuaje en esa región. El conjunto, de cuatro pinturas inspiradas en los retratos del célebre pintor italiano Giuseppe Arcimboldo (1526-1593), quien fascinó también a los surrealistas, atrapó especialmente mi atención por su exquisita factura que denota el conocimiento del artista en las técnicas pictóricas antiguas. Así lo expresa Lakra: “Mi trabajo siempre ha tenido que ver con agarrar algo de otra cultura y volverlo mío”, de ahí el concepto que rige esta exposición concebida en torno al Manifiesto antropófago publicado por el poeta brasileño Oswald de Andrade en 1928, que fue la piedra de toque de las vanguardias artísticas en São Paulo y del cual se tomó prestado el título de la muestra. Agrega: “El cómic desde niño definió mucho mi estética: la burla, la crítica, caricaturizar las cosas. Tal vez también por eso mi fascinación por Covarrubias, Otto Dix, incluso Arcimboldo. Para mí, lo grotesco y el humor van de la mano.”
El recorrido inicia con un conjunto de esculturas llamadas Tótems que consisten en una serie de cabezas de deidades ancestrales e íconos de la cultura popular apiladas en forma vertical de manera disímbola que funcionan como una especie de fetiches contemporáneos. A primera vista se palpa en estas piezas el espíritu lúdico del artista, pero en el fondo revelan un acto subversivo que tiene que ver con el pensamiento decolonial. Apropiaciones y reinterpretaciones, referencias entreveradas en el tiempo y en el espacio, a fin de cuentas para Dr. Lakra “la vida es un collage”.