Tomar la palabra
- Agustín Ramos - Monday, 16 Dec 2024 07:13



Obra maestra de machismo, abuso y misoginia. Y no me refiero a la política, que empolla a los Trumps y a los Mileis, sino a Dos tipos de cuidado, emblema del cine nacional. El núcleo de la historia es una violación reducida al mínimo y aprovechada al máximo por la cultura de opresión que sigue vigente a pesar de/ o justamente por/ hacer cómica la violencia contra las mujeres. Por un lado, la fotografía, la música y las actuaciones simpáticas divierten de lo lindo; por otro, nosotros vamos sumisos y complacientes a endiosar una obra que no tiene una sola secuencia ‒una sola‒ donde no se exhiban juntos el machismo, la misoginia y el abuso, o dos o cuando menos uno de tales usos y costumbres. ¡Válgame, Dio, así nos malcriaron!, diría Pedro Infante.
…Desde la proliferación de narcoantenas con Felipe Calderón, mi autoestéreo sólo agarra bien el 88.1 y Radio Fórmula, lo cual me fuerza a oír los noticiarios matinales típicos cuando voy a darle una manita de gato a mi coche. Como todo taller que se respete, este siempre tiene el radio a todo volumen, y ese día sintonizaba Aristegui Noticias, digna hechura de Televisa, MVS y CNN. ¡Viva mi desgracia, pues!, diría el mexicano feo de una película que también por usos y costumbres pone de bueno a
un WASP.
Me tocó martes de contaminación. Por el hojalateo y por una experiodista que hoy es empresaria: la presidenta Sheinbaum había respondido las amenazas de Trump y el programa fluía alrededor de esa noticia en secciones a cargo de especialistas de disciplinas varias, pero de uniforme tendencia patronal y opositora, resentida y convincente. Amortiguada con tonos pastel y musicalidad de centro comercial, la línea editorial martillaba la regresiva medida gubernamental en turno, que en esta temporada otoño-invierno va contra la reforma judicial como en primavera-verano fue contra el maximato de AMLO. En ese nadar sincronizado flotaba la pluralidad formal del coro de una audiencia unánime, aldeana y nacional.
‒Tu opinión nos interesa, ¡sí señor!, y la difundiremos como contrapunto que aconseje acatar-lo que-Trump-mande-porque-los-abrazos-de-López-y-la-deuda-que-dejó-y-porque-Sheinbaum-no-hace-nada-contra-la-delincuencia.
El mismo día en la tribuna del Senado, otra Carmen, Lili Téllez en buen español, con el mismo pero menos sutil veneno de patente, profirió mueras a la presidente Claudia, vivas a Trudeau e insultos a Noroña (sic por la omisión del cargo y del nombre correcto de este bellaco). Costumbrismo, pues. Lo raro fue que los simpatizantes de la 4te difundían mucho más esas diatribas, en X, Meta, TikTok e Instagram. Y como para poner en duda su buena fe y su oficio, o como para entrecomillar sus simpatías, estos comunicadores se contentaban con viralizar la vociferación de esa senadora pluri, ahorrándose la molestia de analizarla como hechura de TV Azteca, una bazofia peor que Televisa, flor y espejo de obscenidad política oculta a medias tras el papel de “psicópata integrada”, al igual que Anabel Hernández y Azucena Uresti, entre otras tristes tripas de cuidado.
Hablando de tripas y hechuras, causa sincera lástima el self made monster, opinion leader & fake news reader de apellidos Gómez Leyva. Así que para evitarle más entripados, una hemiplejia cuata o hasta un infarto de hígado, sugiero al auditorio consuetudinario de Radio Fórmula que exija silenciar opiniones inconvenientes a los intereses de este flamante prócer desterrado a España por quienes dogmatizan y descalifican desde “el poder”. ‒Si ya saben cómo soy, ¿pa qué me invitan‒, dice Tucita. ‒Pa levantar el rating‒, responde el amo Azcárraga.