Bemol sostenido

- Alonso Arreola | @escribajista - Sunday, 09 Feb 2025 07:00 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Nardwuar, servilleta humana

 

“Es nuestra obligación saberlo”, eso responde siempre cuando sus entrevistados alzan la voz, sonriendo nerviosamente: “¿Cómo demonios sabes eso de mi vida? ¿Acaso eres de la policía o de la CIA o del FBI?”

Es muy entretenido verlo. No importa si sus encuentros ocurren en el sótano de una tienda de vinilos en la profunda Minesota o en los camerinos de una gran arena en Nueva York. Nardwuar jamás decepciona. Su trabajo como investigador y conversador es a prueba de balas. Propios y extraños celebran el compromiso con la música; el respeto hacia los artistas; el gusto por dejar memoria relevante.

Así es. Lo mismo da si está frente a figuras históricas del rock, el pop o el funk (Kurt Cobain, Lady Gaga, James Brown), que si le da regalos a Tayler The Creator, Snoop Dog o Kendrick Lamar, personajes superlativos del rap. Su trato y conducta son impecables (sin dejar de ser provocadores). Hablamos de un tipo cuyo personaje causa alerta, pero que se desenvuelve con un educación encomiable.

Justo aquí vale hacer un apunte especial: la comunidad negra ha desarrollado un cariño especial hacia la persona de Nardwuar, también conocido como “la servilleta humana”. (Por cierto, ni su nombre artístico ni este apelativo han sido explicados por él con claridad o cordura, nunca.) Vayamos un poco atrás.

Nacido en Canadá, este otrora cantante de punk se dio a conocer como periodista, primero que nada, incomodando a políticos locales que huían apenas lo identificaban. Filtrándose en conferencias, acechándolos en hoteles, estacionamientos o banquetas, fue amenazado en múltiples ocasiones por decir lo que pocos se atrevían.

Caracterizado como una suerte de… ¿golfista escocés? (en sus últimos años al menos), este guerrero nerd levanta la voz chillona y veloz tal como haría el niño del cuento: “¡El rey va desnudo, el rey va desnudo!” Esa actitud, desde luego, ilumina verdades con humor y sabiduría, pero también suma incontables enemigos.

Concentrándose tiempo después en el ámbito musical, también vivió agresiones con bandas que no entendieron el filo de su alter ego. Verbigracia: Sonic Youth, Blur, Henry Rollins y otras estrellas de la blancura experimental. Así es. Gente brillante que (hay videos de esto) lo abusa y menosprecia por sentirse extrañamente vulnerada. Imagine, lectora, lector, qué tan seguro y oponente se les aparece el intrigante Nardwuar.

Dicho eso, y para volver a nuestro señalamiento, no pasa así con los “verdaderos gángsters” del micrófono. Todos (bueno, hay poquísimas excepciones), todos los raperos atesoran habérselo cruzado en el camino. Compruébelo en su canal de YouTube. Seleccione a alguno de estos exponentes y sorpréndase junto a ellos.

Dentro de esas complicidades destacan algunas a las que ha dejado atónitas con averiguaciones, asociaciones históricas y obsequios conmovedores: vinilos, figuras de acción, videocasetes, revistas… huellas de la cultura que resultaron formativas en sus carreras. Entonces vemos el honesto agradecimiento (mire, verbigracia, la entrevista con Pharrel Williams).

En conclusión, atestiguar esas pláticas nos pone a sonreír. Nos inspira a escribir estas líneas. Nos da ánimos para seguir intentando el emocionante oficio de conversar y escuchar ‒así es, de escuchar‒ las incontables voces en nuestra jungla sonora. Por todo ello: Thank you! Hacemos eco: we need to know… Nardwuar! Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

 

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