La otra escena
- Miguel Ángel Quemain | [email protected] - Sunday, 16 Feb 2025 06:39



Desde fines de enero y hasta el presente fin de semana, en CDMX ha tenido lugar uno de los encuentros más interesantes para las artes escénicas que permiten la convergencia del imaginario japonés con las creaciones del Teatro Noh, su enseñanza, sus componentes más íntimos, complejos, tradicionales y modernos, contemporáneos en el cuerpo, voz y música de uno de sus más eméritos creadores: Richard Emmert y su compañía Teatro Nohgaku.
Hay que decir primero que esto es posible gracias a una gestión muy compleja que tiene un añejo antecedente en la búsqueda de conectar diversos escenarios de Oriente con expresiones y producciones que puedan realizarse sobre todo en México. Tusitalas (https://tusitalas-ae.org/), encabezado por Jessica Gámez, y la confianza que consiguió de la fundación japonesa Toshiba, permitieron la presencia de lo que será una de las bases más ricas del teatro Noh y sus transformaciones en la cultura escénica mexicana.
El trabajo de Gámez es uno de los contados logros que la producción escénica mexicana gestiona para establecer puentes entre México y otros países, en este caso particular Japón, para poder compartir experiencias que, de otro modo, estarían en la permanente caducidad que tienen las carteleras gubernamentales, que cumplen con sus propósitos de difundir, entretener y provocar que el público mexicano incursione en temas de cultural general.
Tusitalas es el espacio visible en el que Gámez ha construido un trabajo que viene de dos décadas atrás, desde su formación académica en las artes escénicas hasta sus intuiciones, que la han llevado a elaborar una creación exigente y rigurosa con las máscaras. En CDMX produce Teatro Noh México y ya es la cuarta ocasión que se invita a maestros internacionales, apoyada por Toshiba International Foundation (TIFO) y, en 2023, con el programa de Fomento y Coinversión, antes FONCA.
Auténticamente, esto se enmarca en un esfuerzo postpandémico por renovar la escena nacional que poco a poco recupera la presencia internacional que tuvo en otros momentos, que con suerte podían gestionar viajes y apoyos internacionales, lo cual hoy es tan complejo por esa fachada de austeridad a la que le cuesta tanto trabajo valorar la necesidad razonada y legal para los artistas mexicanos de explorar otras geografías artísticas.
Aunque también vivimos tiempos de vividores que, antes de la gran exposición de imágenes a través de la red de internet, se iban a ver sus buenos espectáculos con cargo al erario, a Londres, Berlín, París, Japón, Hong Kong, y regresaban a México envueltos en un trapo rojo y dorado con una máscara, y decían que era teatro Noh, o con un par de kilos de harina sobre un cuerpo hirsuto, y decían que hacían danza Butho, o llenaban de arena, lluvia y humo nuestros teatros canónicos para recibir el aplauso del rey desnudo.
Hoy los tiempos han cambiado y permiten un trabajo riguroso al modo del presentado sobre Edith Piaf en el Teatro de la Ciudad por otra gestora cultural de primer rango, la soprano en activo María Katzarava. Esto ha hecho posible que Tusitalas, la compañía, órgano gestor o asociación que produce conferencias, intervenciones escénicas, talleres de construcción de máscaras y de interpretación escénica, haga visible una experiencia tan interesante y provechosa como ésta. Tal vez podríamos comparar el trabajo de Emmert con la fuerza innovadora que tuvo la presencia de Peter Brook en Francia y de Lindsay Kemp en Italia.
Una exposición de máscaras de Noh y Kyōgen y la presentación de dos libros de los maestros Emmert y Kitazawa. Además de la presentación de dos libros: Noh y Kyogen mask, tradición y modernidad en el arte de Kitazawa Hideta, con Jannette Cheong, y Teatro Noh japonés intercultural editado por Emmert y Ashley Thorpe (Methuen Drama). El libro incluye siete obras contemporáneas de Noh escritas en inglés y ensayos alrededor de los elementos de esta tradición.