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- José Rivera Guadarrama - Sunday, 17 Aug 2025 12:23 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Ana Comneno, la primera mujer historiadora

 

Frecuentemente la Historia es víctima de su propio olvido; lo interesante es que en esa misma secuencia de acontecimientos se descubran poco a poco aquellas omisiones que, tal vez por descuido o con intención, habían estado relegadas de la memoria social, dando paso al reconocimiento público de personas, personajes y sucesos importantes para el acontecer colectivo.

Hasta el momento Ana Comneno (1083-1153) es considerada como la primera mujer historiadora; lo contradictorio es que, a pesar de eso, no se tiene certeza de la fecha exacta de su nacimiento. Puede ser que Comneno haya nacido el 1, 2 o el 3 de diciembre de 1083 en Constantinopla. Lo que sí se puede afirmar con toda certeza es que recibió una muy buena formación intelectual en diferentes disciplinas, como literatura, geografía, historia, filosofía, matemáticas, astronomía, medicina.

Como era de esperarse, durante esa época no se consideraba apropiado que una mujer de la corte recibiera educación superior; sin embargo, ella contrató en secreto a Miguel de Éfeso para que la instruyera en las ramas más complejas de la filosofía, estudiando sobre todo las obras de Aristóteles.

Comneno nació en una familia acomodada, fue la hija mayor del emperador bizantino Alejo I Comneno (que gobernó de 1081 a 1118) y su madre fue la emperatriz Irene Ducas. Aunque podría pensarse que tuvo una vida privilegiada, no faltaron los conflictos; su vida estuvo plagada de controversias familiares, como era común en aquellas
épocas de los reyes, pues había traiciones, ambiciones al trono, conspiraciones e intentos de asesinato, entre otras situaciones.

Comneno fue una erudita que vivió en y durante el Imperio Romano Oriental, mejor conocido como Imperio Bizantino, y escribió diversos libros. Uno de los más importantes es La Alexíada, escrito en griego bizantino literario, en donde narra la vida de su padre y describe algunas décadas de la historia de Bizancio y de su relación con Occidente.

Esta historiadora resalta el papel importante que ejercían las mujeres bizantinas en los acontecimientos políticos de la aristocracia, pues eran las protagonistas imprescindibles de los planteamientos feudales hacia los que se iba deslizando aquella sociedad, viendo y describiendo un conjunto social, con la carga de importancia para ambas partes. Comneno no se limita a describir acontecimientos secuenciales, ya
que también demuestra su capacidad para abordar temas militares, describe armas y algunas tácticas junto con detalles de combate.

Además de su interés por las humanidades y las ciencias, Ana aspiraba a gobernar el imperio, quería ser emperatriz, se consideraba con la capacidad suficiente para reinar pero su padre no la eligió; en su lugar optó por designar a su hermano pequeño, llamado Juan, como heredero a la corona del imperio. A Ana eso le afectó mucho e intentó asesinar a su hermano; al ser descubierta, el emperador la condenó a vivir en el monasterio de Kecharitomene, en 1118. Debido a ese conflicto todas sus propiedades fueron confiscadas y se le prohibió volver a entrar en el palacio real de Constantinopla.

Sin embargo, a raíz de ese encierro, en ese lugar fue en donde se dedicó de tiempo completo a la escritura y pudo terminar La Alexíada, que consta de quince libros. En la actualidad, esta obra es considerada como una de las fuentes más importantes y coloridas de la historia bizantina.

Tampoco se tiene la fecha exacta en la que Ana Comneno falleció. Según se cree su deceso pudo haber ocurrido en 1153 en Constantinopla. Hasta el momento la mayor certeza que se tiene de ella es que La Alexíada es el único libro de este tipo escrito por una mujer en la Edad Media.

 

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