Biblioteca fantasma

- Evelina Gil - Sunday, 07 Sep 2025 08:42 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
La nostalgia es un pájaro

 

Y ese día/ todos supimos que las palabras más bellas/ son las que renuncian a la voz.

 

Afirmar que Morfología de la sed (El Arco y la Flecha Editores, 2023) es un poemario que se caracteriza por su singularidad, caería en lo redundante, pues cada libro de Angélica Santa Olaya (México, 1962) lo es, de hecho se le conoce asimismo como una lúdica narradora. En especial me refiero a lo que hay detrás tanto de su escritura como de su publicación. Debido a una circunstancia perentoria, tuvo que marcharse a vivir junto con su familia a los Emiratos Árabes. No una mudanza cualquiera, sino un ingreso a una cultura totalmente distinta que la condenó a la soledad por lo problemático, casi imposible, que le resultó empati­zar con mujeres que, además de estar sujetas a sus esposos, tendían a chismear y a escandalizarse por todo. ¿Y qué puede ser más escandaloso y más libre que una mujer que escribe libros? Morfología... no evidencia ese encierro y la nostalgia por el país de origen, acaso porque para Santa Olaya la poesía no es un desahogo sino un medio para ornar su guarida contra la hostilidad de afuera. Lo que sí se refleja es amor y gratitud por las palabras; la nobleza de éstas al volverse arcilla entre sus dedos, pues nuestra poeta tiene una relación sumamente física con ellas. Más que escribirlas las acaricia, las reviste: “está naciendo/–trazo a trazo–/en el útero reseco del desierto/ un agridulce olivo de palabras”. La palabra “morfología”, implícita en el título, no es licencia ni capricho: está perfectamente formada y redondeada; es un estudio estructural de las palabras; corazón, vientre, memoria. Seres animados. Taxidermia amorosa y tierna.

Las principales musas de Angélica Santa Olaya son, asimismo, sus utensilios primarios: las palabras, como ya se ha dicho. La escritura misma. Algunos de sus poemas se explican ellos mismos; generosos tutoriales de su propia arquitectura: “Deshilachar algún sustantivo/ para colocar las astillas/ del verbo más prohibido [...] Inventar algún cartílago futuro/ donde acomodar el sustantivo.” Otros poemas exponen las intenciones de la poeta de abordar determinados tópicos; nos hablan de cómo almacenar cantos de pájaros para traducirlos a un lenguaje recreativo, no a través de sinécdoques sino de detalles verbalizados. Me resulta mucho más fácil imaginarla como artista visual, coloreando las palabras e hilvanando versos sobre tela, que tecleando (sé que teclea sus poemas porque ella misma lo menciona en algún verso); me hace pensar, pese a su proximidad con la tecnología, en autoras que se escondían o se arrebujaban casi para redactar su literatura, como Jane Austen o Emily Dickinson. Me topo aquí con un poema que pareciera honrar a la última, que –habría qué preguntarle a la autora– se siente como un reacomodo de “la esperanza es una cosa con alas”: “La nostalgia/ es un pájaro/ que guarda/ bajo las alas/ el aroma/ y el tintineo/ de una caricia.”

Otro de los temas abordados por Santa Olaya es la dificultad para erigirse poeta en un mundo que sólo reconoce aquellas actividades que rinden frutos económicos, sin importar que pertenezcan al terreno de la charlatanería. Y si algo genuino y poderoso existe sobre la tierra es, justamente, la poesía. Tras la publicación de este libro, ganador del I Premio Internacional de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz 2022, existe otra historia que sólo la propia autora podría contar. Limitémonos a decir que se vio envuelta en una suerte de chantaje y ella se mantuvo firme, no sin sopesar el riesgo de no ver publicado este poemario, no al menos de la manera en que lo vemos ahora. Angélica Santa Olaya ha demostrado ser, además de una poeta propositiva y altamente sensible, una mujer íntegra para quien su trabajo vale lo suficiente como para someterlo a pujas infames. Ha sido ganadora de varios certámenes nacionales e internacionales, pero para ella el premio más grande es no perder la dignidad ni el impulso de crear belleza.

 

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