Bemol sostenido
- Alonso Arreola | @escribajista - Sunday, 12 Oct 2025 09:08



En su canción “El séptimo día”, escrita para el álbum Canción animal de Soda Stereo, el enorme Gustavo Cerati llevó al extremo la ambivalencia dominical. Por un lado, estaba el tedio acunado en la urbe, por el otro la rebeldía creadora de quien se opone al “descanso” de Dios, según se plantea en el Génesis bíblico.
Múltiples imágenes sustentan su ánimo nihilista: “odio el domingo híbrido de siempre, me da igual”; “es un beso en la pantalla del autocine, sin gozar”, etcétera. Llegado el coro, empero, escuchamos un grito de batalla alentador: “Sólo dios sabe que es el séptimo día […] ¡no descansaré!”
Coronando este concepto lírico señalamos lo más relevante del frenesí musical que anima la composición: un ritmo irregular en compás de 7/8 causa tropiezos constantes para el riff de la guitarra que arrastra a todos. ¿Por qué hablamos de ello el día de hoy, lectora, lector?
Si en algún momento le gustó la huella de esa mítica banda argentina o de su carismático líder cuando tomó camino en solitario, tal vez haya escuchado lo que sucederá el próximo año. Hablamos de lo que se ha promocionado como “el regreso de Soda Stereo, con todo y Gustavo Cerati”. Así es.
Según sus productores, Ecos será el nombre de un espectáculo inmersivo que debutará en la Movistar Arena de Buenos Aires. La propuesta reúne a Charly Alberti (baterista) y Zeta Bosio (bajista) con grabaciones originales que reproducirán la voz y la guitarra de Gustavo Cerati, “restauradas con tecnología avanzada”. Así lo dicen.
Las primeras cuatro funciones agotaron sus entradas en pocas horas, lo que llevó a sumar la quinta fecha (21 y 22 de marzo, 6 de abril, 4 y 10 de junio). Aunque por ahora el proyecto sólo incluye Buenos Aires, se anticipan presentaciones en otros países de Hispanoamérica. ¿Qué le parece la idea? Nosotros sentimos un rechazo instantáneo. Aunque luego entramos en conflicto.
Mire. Tuvimos la fortuna de ver a estos músicos en vivo en varias ocasiones, incluidas su primera y última presentaciones en México. Pudimos disfrutar las huellas de su amistad y los frutos de su conocido odio, cuando ya no se soportaban entre sí. Hay que decir, por cierto, que pocas veces un grupo se ha despedido de manera tan categórica: “gracias totales”, gritó Cerati aquel 20 de septiembre de 1997 en el estadio Monumental de River Plate, concluyendo su más exitosa gira continental. La de despedida.
Ahora. Es verdad que el uso de avatares virtuales sobre un escenario no es nuevo. Tupac fue de los primeros en regresar de entre los muertos. Luego vinieron numerosas versiones de animé japonés, con personajes venidos de una fantasía en 3D. Asimismo, hemos visto restauraciones y resurrecciones como la que hicieran Paul McCartney y Ringo Starr con los Beatles. También polémicas como la ocurrida en torno a la actriz Tilly Norwood, creada con Inteligencia Artificial.
Sí. Todo ello es cierto. Pero sentimos que esto es distinto. Hablamos de un show entero, de una gira que, a todas luces, atenta contra lo que ese muerto deseaba, mientras aprovechan una realidad: las nuevas generaciones se alejan del conflicto moral que viven los huesos y la carne contra los unos y los ceros. No ven la diferencia desde su encierro digital.
“Mi hija tiene quince años, nunca pudo ver a Soda Stereo en vivo y los adora”, nos dijo un amigo de nuestra edad. “Si regresan a México yo sí la voy a llevar”, concluyó dejándonos en el silencio más reflexivo del Séptimo Día. Éste en el que efectivamente, querido Gustavo, ya no descansarás… nunca más. Buen domingo. Buenos sonidos. Buena semana.