Artes visuales

- Germaine Gómez Haro | [email protected] - Sunday, 16 Nov 2025 06:56 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Maruja Mallo: única e imprescindible

 

Maruja Mallo fue la más importante y estrafalaria entre el grupo de la Generación del ’27 en España, que congregó a personalidades tan destacadas como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre y el gran Federico García Lorca, entre otros. Es un personaje que intriga y fascina por tratarse de una mujer plenamente moderna para su tiempo, progresista e innovadora, que destacó entre un grupo de artistas que por primera vez mostraban una cosmovisión femenina estrechamente vinculada a la naturaleza y al imaginario popular. Actualmente se presenta en el Museo Reina Sofía, en Madrid, la exposición retrospectiva Maruja Mallo: Máscara y compás, integrada por más de doscientas obras que entreveran la pintura, el dibujo, la escultura, la fotografía y la cerámica.

Ana María Gómez González (1902-1995), su nombre de pila, nació en Galicia y muy joven se trasladó a Madrid para ingresar a la Academia de Bellas Artes; conoció a Salvador Dalí, que la introdujo al grupo de la Residencia de Estudiantes donde ya figuraban García Lorca y Luis Buñuel, con quienes participó en las tertulias literarias y las verbenas populares. A lo largo de su vida se relacionó con los intelectuales y artistas más importantes del momento y su obra tuvo siempre un soporte teórico y conceptual muy sólido. Fue también docente, dictó conferencias y publicó textos que revelan su formación artística y filosófica, lo cual se ve reflejado en la calidad de su trabajo que desarrolló en constante renovación y experimentación. La historia cuenta que un día, paseando por la Puerta del Sol con Dalí, Lorca y su amiga Margarita Manso se quitaron el sombrero para “descongestionar las ideas”, acto de rebeldía que les valió una ráfaga de insultos y pedradas, y dio lugar al movimiento de emancipación de las mujeres conocido como Las sinsombrero, al que se unieron personalidades como Ernestina de Champourcín, María Zambrano, Rosa Chacel, María Teresa de León, Margarita Gil Röesset, Concha Méndez y Josefina de la Torre, entre otras, iconos de las vanguardias españolas de la primera mitad del siglo XX.

Su trabajo artístico se despliega en series temáticas que corresponden a sus diferentes etapas biográficas y crisis existenciales que plasmó a su muy personal y heterogénea manera, recurriendo al realismo mágico y figurativo, a la abstracción geométrica y orgánica, al surrealismo y al arte popular. Sus fotografías son fundamentales en su quehacer artístico, pues en ellas se revela su interés en usar su propia imagen para crear intrincados pasajes de su universo onírico con una imaginación desbordada e inagotable espíritu lúdico. En los años previos a su salida de España debido a la Guerra Civil, era considerada la artista más importante de Madrid y con presencia destacada en los círculos surrealistas parisinos, fama que se eclipsó tras veinticinco años de exilio en Argentina. En su etapa final en los años setenta y ochenta se palpa la culminación de sus ideales humanistas, su búsqueda esotérica y espiritual, y la fuerza de su pulsión poética. A consecuencia de su exilio en Sudamérica quedó un tanto olvidada en su país, hasta su retorno en 1965; más tarde se convertiría en una figura de culto de la Movida Madrileña.

Maruja Mallo fue una artista multidisciplinar avant la lettre con una creación que abarca, además de las artes plásticas, su incursión en el feminismo, el performance, la ecología, los decorados de telas y mobiliario, la escenografía para teatro e inclusive su interés en el tema del mindfulness tan en boga en la actualidad. Se podría decir que ella misma fue su creación más genuina, peculiar y transgresora. Su personalidad arrolladora fue creciendo a través de los años hasta convertir su vida y obra en parte intrínseca de su quehacer artístico. España salda una cuenta pendiente con una creadora única que merece un sitio destacado en las primeras filas del arte universal del siglo XX.

 

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