Bemol sostenido
- Alonso Arreola | @escribajista - Sunday, 16 Nov 2025 07:03
Dado que el próximo viernes 21 de noviembre la extraordinaria cantante tapatía Jaramar presentará un nuevo álbum doble (Memorias, reflexión sobre los “recuerdos” como raíz e invención), le pedimos que nos platicara sobre su origen, forma y fondo. Como recordará, lectora, lector, ya antes le hemos dedicado palabras en este espacio, pues su arte es único y ocupa sitios relevantes en nuestro panorama sonoroso. De allí que, para hacerlo distinto y por la confianza que le tenemos (a usted y a ella), hoy nos atrevamos a convertir nuestra voz en la suya propia, intentando contener el tono y lucidez que la caracterizan. Desde el siguiente párrafo, entonces, nos ensamblamos con ella.
Un concepto me ha rondado por años: la memoria. Qué tanto de lo que soy como artista mexicana ‒de una generación específica‒ proviene de lo que “recuerdo”, y qué tanto de lo que “imagino”. Porque la memoria da identidad pero también es motor creativo; un hilo que nos ata a quienes fuimos y que, al mismo tiempo, permite reinventarnos. De esa reflexión nació Memoria, mi nuevo disco doble. Dos caras de la moneda que dialogan entre sí, como espejos enfrentados: uno entrega las imágenes heredadas y el otro las que “fabrico” cada día.
El primero, El tiempo circular, parte de lo antiguo. Me inspiré en las llamadas “cantigas de amigo” del siglo XIII, canciones de mujeres gallegas que cantaban al amado ausente, mirando el mar. Las conocí interpretando música antigua. Me conmovió su fuerza y ternura. En mis propias cantigas el mar sigue siendo la memoria, pero ahora es también mi espejo: me refleja en el paso del tiempo, en el acto de reconocerme. Musicalmente, por otro lado, este disco tiene un tratamiento de cámara, acústico, íntimo: violín, guitarra y contrabajo. Lo grabamos con mis queridos cómplices Alex Fernández Figueroa, Luis Javier Ochoa y Carlos S. Vilches.
El segundo disco, La invención de mí, suena desde la orilla. Aquí miré hacia adentro y hacia adelante. Es un territorio libre en donde la electrónica brinda el paisaje principal. Luciano Sánchez produjo esta parte, junto con Andrés Sánchez y Enrique Escotto, creando atmósferas en que los recuerdos se mezclan con sueños, obsesiones y otras preguntas. Reitero: también somos lo que inventamos de nosotros mismos.
Digamos que ambas vertientes conviven en mí. Soy la artista que canta música antigua, pero que también experimenta con lo contemporáneo. Soy tradición y búsqueda. Memoria es, de manera natural, un autorretrato en movimiento. Es el producto de dos años de trabajo en soledad escribiendo textos, delineando melodías y armonías. Y llegó el momento de compartirlo sobre un escenario. Por eso quiero invitar al concierto de presentación el próximo viernes 21 de noviembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Esa noche reuniré mis dos memorias: la heredada y la inventada.
Estarán conmigo los músicos que me han acompañado en este viaje más un invitado especial: Alejandro Alfaro. Así, el programa viajará entre lo acústico y lo electrónico, con algunas canciones de mis discos anteriores haciendo puentes. No habrá artificios. Sólo música y emoción. Una conversación entre la voz y los sonidos que dan cuerpo a esas memorias. Espero que puedan acompañarme en este universo íntimo y colectivo que me habita, produciendo reflejos. Quizá al escucharlo también se reconozcan. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.